Columna


Sin o con COVID-19 es lo mismo

JESÚS OLIVERO

11 de septiembre de 2020 12:00 AM

Esta ciudad poco cambia, independiente de las promesas electorales, expectativas o pandemias. El COVID-19 ha modificado muy poco nuestra forma de percibir las realidades, y en la aldea de Aureliano Buendía, las mejoras llegan a cuenta gotas, si acaso. Haré mención a los mismos puntos de siempre, a los cuales he dedicado una y otra vez palabras en este espacio. Repetir hasta que alguien haga algo.

Hace un par de días leía a la directora de Invest In Cartagena promover la ciudad como un hub (eje, nodo) internacional para la educación. Esto es plausible en la óptica de los soñadores, pero imposible en el universo real. Si algún estudiante foráneo pisa la esquina de Zagarocilla hacia el Hospital Universitario, de inmediato desistirá de realizar cualquier actividad en nuestros campus. Calles destruidas, polvorientas, la misma pila eterna de escombros en la avenida principal del primer centro de salud del departamento, quioscos decrépitos, abandonados, llenos de ratas, la basura regada, y ese ambiente de inseguridad vigente todo el tiempo, no hacen de este escenario algo que pueda ser un polo de desarrollo. Pareciera que sabemos la existencia de buenas universidades, pero ni idea sobre donde quedan.

En esta fase de la pandemia, la reactivación del turismo es un anhelo y necesidad desesperada, pero debe comprender acciones más allá de abrir hoteles y permitir los viajes a las islas con sus ecosistemas moribundos. Debe haber algo adicional, un modo de pensar ligeramente distinto, comprometido con impulsar el sector, pero seguimos ciegos. Ninguna autoridad del ámbito turístico, cultural, o de cualquier otro tipo, ha manifestado su desacuerdo con mantener un basurero y una escombrera sobre el Puente Heredia, entre el Corralito y el Fuerte de San Felipe. Un turista, por muy mochilero, encontrará repugnante que el paseo peatonal sea usado para depositar basuras y escombros. ¿Es este problema en realidad demasiado complejo como para resolverlo?

Cuando quitemos los contenedores de basura existentes en el principal corredor turístico de la ciudad y ubiquemos los mismos en un lugar diferente, será una señal inequívoca de estar mejorando. No podemos ser tan tontos y no darnos cuenta de semejante alelamiento. Ya es hora de transformar la ciudadela universitaria de Zaragocilla a algo digno, completamente peatonal, con un gran edificio de parqueaderos, estimulante para la academia, mostrable al mundo y que como imán atraiga a los estudiantes. Necesitamos cambios cualitativos y cuantitativos ahora. No podemos seguir indefinidamente en emergencia sin hacer nada. ¿Qué esperas?

*Profesor.

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