Columna


Sobre ruedas

RODOLFO SEGOVIA

28 de marzo de 2020 12:00 AM

A Colombia no la acaba la pandemia. Y en la creatividad está el futuro. Por eso vale la pena resaltar un emprendimiento con imaginación que se llama Inversiones Delrayo/Transporte Ferroviarios del Caribe. La idea es simple. En muchas partes donde hay sistemas de trenes se transportan combustibles. En Colombia está la carrilera. ¿Por qué no utilizarla? Como lo ha determinado un estudio de la UPME, el país necesita un nuevo corredor de transporte de combustibles al el interior del país.

Los rieles que van de Ciénaga a La Dorada son un corredor. Desde aproximadamente la mitad del camino, Chiriguaná-Ciénaga, se transportan eficientemente hoy 50 millones de toneladas año de carbón del Cesar a Ciénaga. Después de Chirguaná los rieles se internan hacia dos puntos nodales de la distribución de combustibles: Barrancabermeja (Galán) y, más adentro, Sebastopol. Ese trecho y hasta Dorada, transporta hoy solo 50.000 toneladas al año, pero es capaz, con pocas mejoras, para no menos de 50 veces mas.

Para aterrizar las ideas, se necesita: un puerto (Ecopuerto) con sus tanques de almacenamiento en Ciénaga (ya los empresarios han obtenido la concesión de la ANI), el empate hasta el ferrocarril (de uso público) y el material rodante con sus sistemas de seguridad (señales, cte.). Se necesita, además, el acceso al corredor Chiriguaná-La Dorada, para lo cual ya se ha presentado una APP. Y por último, la tarifa tiene que ser con la de los oleoductos, actual o por venir, y lo es.

El interior del país requiere hoy, una vez copa los refinados de Barrancabermeja, el abastecimiento confiable de alrededor de 160.000 barriles por día (bd) (gasolina, diesel, gasolina de aviación y diluyente para el transporte de petróleos pesados desde los pozos). Los obtiene de los excedentes de Cartagena, más allá del suministro a la Costa Caribe, y de importaciones. Para introducirlos, utiliza el único poliducto disponible, que va desde Santa Marta (Pozos Colorados) hasta Sebastapol. Su capacidad operativa por limitaciones en el puerto de Pozos Colorados es de 105.000 barriles por día (kbd). Los 55 kbd faltantes se mueven por carrotanque desde Cartagena, a un costo enorme en todos los frentes. Esa es la oportunidad del tren.

En vista del déficit de transporte, la UPME propone que se estudien alternativas de oleoducto desde Cartagena, que cuestan más de mil millones de dólares y que pagarían por galón todos los usuarios. No hace falta. El solo empatar el poliducto actual con el puerto en Ciénaga lo lleva a su capacidad efectiva que es de 140.000 bd, porque remueve las limitaciones del recibo en Pozos Colorados. Para lo demás está el ferrocarril que se expande como un fuelle con la demanda.

Don Sancho Jimeno, el héroe de Cartagena en 1697, también tenía ojo para los negocios. Montó en las extensas dehesas de la viuda con quien casó, una empresa de carne, leche, queso y mantequilla, a más caña y trapiche para fabricar aguardiente. Todo con esclavos, como se hacía entonces.

El emprendimiento en marcha vale US350 millones.

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