Columna


Somos naturaleza

RAFAEL VERGARA NAVARRO

09 de abril de 2022 12:00 AM

Agradezco a quienes ofrendaron su existencia abonando con su ejemplo las voluntades y luchas de los que en esta biodiversa nación compartimos o heredamos la defensa de Lacta Mama, de la plural Casa Común, trascendiendo y tejiendo esta red que hará de Colombia una Potencia Mundial de la Vida.

No asistí pero escribí para la reunión de más de 169 procesos ambientales desplegados en 26 departamentos de las 5 regiones, actores del nuevo Contrato Social, la democracia multicolor del cambio construido desde los territorios por activas e indignadas comunidades, campesinos, pueblos indígenas o afrodescendientes, jóvenes, trabajadores, universitarios, profesionales, ambientalistas defensores de ecosistemas amenazados o degradados, contrarios a la contaminación, la deforestación, la transacción o la debilidad para hacer cumplir la ley.

Reunidos por necesidad y realizaciones, victorias y saberes contribuirán a la victoria de Petro y Francia -quien estuvo presente- y a la transición hacia una economía productiva, integradora, sin privilegios, donde millones puedan trabajar, invertir y vivir sin miedo y con libertad. Con las mujeres liderando la vida digna, y la recuperación y protección de la soberanía alimentaria, los bosques, la vida de todas las especies del planeta, con el agua como esencia del desarrollo.

“Sin azul no hay verde y sin verde no hay nosotros”, dice Sylvia Earle, por eso al ser Gobierno ordenaremos la vida alrededor de su transparencia; del agua potable que venza la sed y la enfermedad de los nadie y los 21 millones de seres que viven en 854 municipios y padecen su ausencia.

Descontaminada, el agua como mares, ríos, arroyos, quebradas y arrullo del que en paz ha de nacer y crecer protegido como la selva y los bosques, los corales y sus manglares, la vida que contienen y ofrecen.

Siendo Gobierno, con renovada mística, será prioridad de la autoridad detener la deforestación de la Amazonía, del Chocó biodiverso, la Sierra Nevada de Santa Marta donde urge reversar cientos de concesiones mineras que profanarían las entrañas de la Madre. Defendamos a las 4 comunidades presionadas con 395 consultas previas para explotar y explorar dentro de la Línea Negra. ¡Qué irrespeto a los mayores!

Impedir el daño a la magia de la vida, rechazando el fracking y progresivamente dejando la dependencia del petróleo, el carbón y las explotaciones mineras legales e ilegales impuestas desde la colonia. Detener la riqueza que genera pobreza y destruye la naturaleza.

Lograr la sostenibilidad exige más rigor, derrotar la corrupción, la hipocresía y falacias que justifican pecados contra la creación.

Educando lograremos una nueva relación entre sociedad y ecosistemas; ante la ambición y el desprecio por proteger la vida. ¡Somos Naturaleza!

La crisis climática exige honrar compromisos y aportar a la aldea global; adaptarnos a la naturaleza no da espera. Sobrevivir exige más inversión en educación, que el ser ecocéntrico exponencialmente se expanda y tome las riendas del destino, con un modelo de sociedad y Gobierno movido no por los negocios sino por la paz, la solidaridad, el amor, el sol, el agua, los alisios y otros vientos.

*Abogado ambientalista y comunicador.

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