Columna


Sueños por Colombia

BERNARDO ROMERO PARRA

08 de diciembre de 2021 12:00 AM

La gran mayoría de colombianos tenemos el sueño que nuestra patria sea un estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integramos y en la prevalencia del interés general. Tenemos el sueño que las garantías de nacer libres e iguales ante la ley y que los derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación como lo establece la Constitución Nacional de 1991, no sean un simple enunciado.

Sin embargo después de 200 años de la Constitución de Cúcuta esos anhelos ciudadanos siguen vigentes en la Colombia de hoy, donde los problemas sociales en el empleo, alimentación, vivienda, educación, salud evidencian que hace falta una acción más decidida del gobierno que propicie la superación humana, requisito indispensable para lograr el desarrollo socioeconómico de la nación. Es inaceptable que en pleno siglo XXI campesinos sobrevivan en la miseria, mientras en el campo permanecen grandes extensiones de tierra improductivas al negarse una reforma agraria, tampoco podemos aceptar que las familias del pueblo se endeuden toda la vida con el Icetex para pagar una carrera universitaria de sus hijos o que para lograr una atención básica en salud los usuarios tengan que acudir a la acción de tutela y después al incidente de desacato, y lo peor es que mientras esto sucede aumentan las cuentas en los paraísos fiscales de quienes tienen hacienda pública como empresa particular.

De igual manera el Estado no debe seguir propiciando que mientras en algunas regiones del país tienen mejores condiciones de vida, en otras áreas de la geografía la miseria se multiplica por doquier como sucede en las zonas del Pacífico o el Caribe, donde se requiere de campañas de formación profesional con entidades como el Sena, para que la población después de capacitada se vincule a procesos de emprendimiento para la generación de ingresos individuales, familiares o comunitarios con el auspicio económico del gobierno, y no dependa de los auxilios económicos del Estado. En todo caso el objetivo debe ser la vinculación de la población al sector productivo.

La única alternativa para que esos sueños se hagan realidad es la unión y reconciliación entre los colombianos, por eso a diferencia de la pesadilla ante la pérdida del poder que tienen quienes han vivido en la opulencia y el privilegio como demócrata comunitario; soy optimista y se por quién votar a la Presidencia.

*P.U. Comunicación Social Periodismo. Especialista en Formación de Formadores.

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