Columna


Tropezando la misma piedra

JAIME BONET

12 de agosto de 2018 12:00 AM

Hay un sabio refrán que dice: “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”. Los últimos acontecimientos de la administración pública local parecen indicar que este adagio se cumple a cabalidad en Cartagena porque se tropieza no una, sino varias veces con la misma piedra. La evidencia indica que la ciudad no aprende de sus errores y lo público continúa cayendo en un hueco profundo que parece que no tuviera fondo.

Luego de la suspensión y renuncia del alcalde mayor, se realizó una nueva elección atípica. De esta manera, Cartagena completó dos períodos de gobierno continuos de inestabilidad. En la última elección triunfó un candidato que contó con el apoyo de gran parte de los grupos políticos y de buena parte del sector privado local, a pesar de que la Procuraduría General de la Nación estableció que estaba inhabilitado para aspirar al cargo. A los 15 días de posesionado, el nuevo alcalde fue suspendido provisionalmente por el Tribunal Administrativo de Bolívar, mientras define si la elección es legal. La semana pasada el Consejo de Estado ratificó la suspensión temporal, lo que profundiza la inestabilidad institucional. Nuevamente se dio el mismo tropezón. 

Parte de los problemas del alcalde electo para el período original surgieron por la selección del contralor distrital. Al parecer los procedimientos no fueron los más adecuados y se favoreció a la candidata ganadora. La semana pasada un juez ordenó la suspensión de la elección del nuevo contralor distrital porque pareciese que nuevamente hay fallas en el proceso. Cómo quien dice, la institucionalidad local vuelve a tropezar con la misma piedra.

En esa misma semana la administración local decidió suscribir un convenio interadministrativo con Edurbe para contratar de forma directa unos $19.120 millones, destinados a construir y rehabilitar de 21 vías y zonas peatonales en las tres localidades del Distrito. Vuelve la administración distrital a caer en la práctica de contratación directa cuestionada por Funcicar, ya que evita otras formas de contratar que dan mayor transparencia a la asignación de los fondos públicos. En pocas palabras, se sigue tropezando con la misma piedra.

Es el momento de que la ciudadanía entienda que las soluciones a los problemas locales dependen primordialmente de una buena gestión de la administración distrital. Existen una serie de buenas prácticas con grandes resultados en otras ciudades y que podrían adaptarse a la realidad de Cartagena, no se trata de inventar cosas nuevas. Además, aprender de los errores es parte del proceso para evitar continuar tropezando con la misma piedra.

jbonetmo@banrep.gov.co

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