Columna


¿Turismo de fachada?

ANDRÉS BETANCOURT GONZÁLEZ

11 de febrero de 2020 12:00 AM

De nada vale celebrar cada vez que Cartagena es portada en las revistas de turismo y diarios internacionales y ufanarnos de ser el mejor destino turístico de Colombia y el Caribe, si no vemos con honestidad nuestra realidad.

Los hechos ocurridos en esta última temporada turística hablan por sí solos, sin anunciarlos todos sabemos que son evidentes; la falta de autoridad, el desorden y la desarticulación de las instituciones, sectores gremiales y operadores turísticos, hacen de nuestro turismo una fachada, que con el tiempo se hará insostenible y se nota en las malas experiencias de quienes nos visitan. Cartagena no puede seguir viviendo de su magia y patrimonio, corriendo el riesgo de que se nos caiga la máscara; competimos a nivel internacional con Aruba, Cancún y pronto con Cuba; internamente con muchas ciudades que como Medellín, Barranquilla y el Eje Cafetero le apuestan al turismo.

No podemos esperar crear la tan anhelada Secretaría de Turismo para actuar, los problemas se hacen cada día más evidentes, problemas que cargamos desde siempre en el maletín de los deseos. Si el problema es de autoridad y falta de articulación, le corresponde a la Secretaría del Interior articular las entidades correspondientes: Policía, alcaldes locales, bomberos y salvavidas, Espacio Público, Dadis, ICBF, DATT. Así empezaríamos a resolver el problema de anarquía y desorden en las playas, plazas; acoso y abuso que se hace intolerante. La verdad sea dicha, ante la falta de autoridad turística institucional, se debe asumir desde la Secretaría del Interior, pero no puede ser excusa la ausencia de esta.

Debemos hacer un análisis y reconocer nuestras debilidades, seguir promocionando a Cartagena como destino inexorable hará que el crecimiento sea limitado.

De nada vale seguir aplaudiéndonos unos a otros en viajes y foros con selfis y corbatas si el aroma de la mierda se escapa por las alcantarillas del Centro Histórico.

La frustración que se siente al ver que llevamos años tratando de ser mejores cada vez y realmente no vemos avances en los indicadores de un turismo sostenible, seguramente al sector privado le irá muy bien y los vendedores informales hacen su agosto en cada temporada, pero la ciudad está a punto de estallar, lejos de consolidar a Cartagena como ciudad “friendly”

Es un llamado para todos, que podamos reconocer que debemos mejorar y cambiar; empezaría porque el descontrol marítimo, con dos personas muertas, debería tener un responsable y en ese caso el director de la Dimar, quien por respeto debería renunciar.

*Consultor de Gobierno.

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