Columna


¿Y el debate pa’ cuándo?

“Aquí el debate se centra más en las alianzas que en las propuestas. Amén de que, ni la ciudadanía, ni los medios, ni la academia, ni los gremios promueven espacios de participación (...)”.

DIANA MARTÍNEZ BERROCAL

27 de agosto de 2019 12:00 AM

Uno de los requisitos indispensables para formalizar la aspiración de alguien que quiere ser alcalde o gobernador, es inscribir ante la Registraduría su programa de gobierno. Este documento es la propuesta donde los candidatos le plantean a la ciudadanía las apuestas y metas con las cuales se comprometen para alcanzar el desarrollo del territorio durante su periodo de gobierno.

De allí, que a ese voto se le denomine voto programático, porque precisamente lo que estamos eligiendo es un programa de gobierno.

Por lo tanto, las elecciones más allá de ser una competencia individual, deberían ser una confrontación de propuestas y plataformas programáticas, para que al momento de votar, los ciudadanos podamos elegir el programa que mejor se ajuste a nuestras demandas y necesidades.

Pero aquí el debate se centra más en las alianzas que en las propuestas. Amén de que, ni la ciudadanía, ni los medios, ni la academia, ni los gremios... promueven espacios de participación y diálogo, útiles para que el electorado pueda tomar decisiones informadas. O no les interesa, o prefieren pasar de agache para no comprometerse y después sí, salir a cuestionarlos. Como decía mi abuela: “Ya para qué dijo la lora”.

El momento es ahora. Necesitamos que los candidatos nos digan qué va a pasar con los megaproyectos, con la seguridad, con la generación de empleo, con la movilidad... Además, de cómo van a viabilizar propuestas que afectan las finanzas del distrito, tales como: la eliminación de los peajes, la creación de la primera universidad pública distrital, la tarifa preferencial de Transcaribe para deportistas, la creación de nuevas secretarías... todas ellas maravillosas, pero si no tienen una fuente de financiación definida, son pura demagogia y populismo.

Es fundamental entonces que se den esos escenarios de discusión. Por citar un ejemplo: yo, que no tengo ningún tipo de vínculo con Bogotá, sé qué proponen Claudia, Galán, Morris y Uribe, con relación a la construcción del metro. ¿Por qué? porque allá se han generado espacios de debate, donde se exponen y se confrontan estas propuestas.

Pero por acá nada. Peor aún, hace poco le escuché decir a un candidato a Alcaldía, que los programas de gobierno no servían para nada, y que su propuesta era: “Salud para todos, educación para todos y empleo para todos”. Y lo más increíble, es que propuestas como estas se logren posicionar en una tercería.

Tener gobernantes de calidad depende, en gran medida, de que nos involucremos y entendamos que esto se trata de un pacto colectivo entre candidatos y electores. De lo contrario, seguiremos sufriendo las consecuencias de no saber elegir.

*Abogada y analista política.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS