Ayer publicamos una nota sobre problemas que padecen los residentes y visitantes en Bocagrande, Castillogrande y El Laguito (Bocala), que se concretan en vías y andenes que dan grima, senderos peatonales en mal estado, la proliferación de cableado desorganizado, la inseguridad, ausencia de drenajes pluviales y las inundaciones por subidas de mareas.
Es claro que varios de estos problemas dependen de las labores, errores u omisiones de las empresas de servicios públicos domiciliarios, o que prestan servicios domiciliarios masivos, que contribuyen “eficientemente” a deteriorar las vías con ocasión de los trabajos que realizan sus subcontratistas, que implican levantar calzadas o derruir andenes, sin que las refacciones se realicen, o que se realicen sin técnica o profesionalismo.
Cuando se hizo el nuevo alcantarillado de Bocagrande por Valorización, ejecutado en el segundo gobierno del alcalde Nicolás Curi, se eliminó la conducción única del alcantarillado que iba por el centro de la vía, siendo sustituida por dos conducciones ubicadas en los dos extremos de la vía, precisamente buscando que no hubiera que hacer la reposición completa de las placas de concreto, además de no interferir con la prestación del servicio.
Así, una vez se diera al servicio el nuevo sistema de las dos conducciones, y tal como lo informó El Universal en aquellos días, había que suprimir la conducción central antigua, rellenando el interior de la tubería (lo que podía hacerse con arena) para evitar que, al no tener carga de agua en su interior, el pavimento cediera con el tiempo, pues la vetustez y deterioro de la tubería del antiguo sistema de alcantarillado tenía cavernas que afectaban la resistencia del suelo, ocasionando fracturas y hundimiento del pavimento de las calles.
Hemos sostenido que Acuacar, como responsable de la infraestructura del sistema de alcantarillado, debería responder por el adecuado mantenimiento del mismo, para lo cual en la tarifa se cobra un componente de costo de reposición de dicha infraestructura. En el pasado la empresa ha efectuado la reposición de algunas placas centrales de pavimento, por lo que se espera que continúe con esta política.
En Castillogrande y El Laguito el alcantarillado no se ha reemplazado y sigue operando con la tubería ubicada en la parte central de las vías. Es un tema que hay que abordar sin dilaciones.
A lo anterior se le suma el problema de la intrusión del agua marina y el empozamiento de las aguas lluvias. La comunidad está decidida, tal y como nos lo dijeron los presidentes de las JAC de Castillogrande y Bocagrande, a lograr el acompañamiento de constructores para que se implemente un plan de trabajo que cuente con el apoyo de Bocala, aportando recursos para hacer un paquete que sirva para arreglar la malla vial, pues han perdido la esperanza con la Alcaldía de Cartagena.
Vale la pena continuar con el tema.
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