Editorial


Caño Juan Angola, reto para el 2017

EL UNIVERSAL

05 de enero de 2017 12:00 AM

Cuando Manolo Duque habló de hacer el desfile novembrino de balleneras en el caño Juan Angola, le llovieron rayos y centellas porque el Alcalde obviamente no había recorrido este cuerpo de agua últimamente y no estaba al tanto de sus impedimentos, pero haber lanzado la idea sirvió para que el caño saliera a la luz pública con sus problemas múltiples, como estar lleno de basuras; estar invadido en el margen oeste por edificios de estratos socioeconómicos altos demasiado cerca a su orilla (¿quién les dio permiso?), y en el margen opuesto por personas de estratos bajos, empeñadas en rellenar con el pretexto de hacer sabaleras, pero con el verdadero propósito de tratar de consolidar allí invasiones para sus viviendas, o para cederlas a patrocinadores pudientes más adelante.

También salió a la luz pública que el gálibo del puente Benjamín Herrera fue llenado de varillas y obstáculos para impedir que las embarcaciones pasaran por debajo, probablemente para poder terminar de consolidar una invasión del lado sur del puente, que ya tiene interrumpido el flujo de agua para todo efecto práctico entre la Laguna del Cabrero y este importante cuerpo de agua que necesita la conexión para la salud del caño y de los cuerpos de agua aledaños, incluyendo la ciénaga de la Virgen, con la que está conectado el Juan Angola por la cabecera de la pista del Rafael Núñez.

El Gobierno nacional está promoviendo el avistamiento de aves en todo el país, y los manglares del caño son un tesoro en potencia para las aves anfibias y para muchas otras, además de para algunas especies de cangrejos. Un Juan Angola limpio sería no solo un medio de transporte útil para los cartageneros sino un sitio seguro para llevar a los estudiantes de Cartagena a conocer buena parte de la naturaleza del litoral Caribe en un sitio céntrico, y también a las demás ciénagas y lagunas próximas.

Sería importante que el Gobierno distrital estudiara este caño con rigor para saber qué se necesita hacer y cuánto cuesta salvarlo, para lo cual con seguridad contaría con la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar (SIAB), conocedora de muchos de los problemas y necesidades de la ciudad y concretamente, de los caños.

Se sabe lo que hay que hacer en términos generales, como es dragar la entrada al caño por la cabecera de la pista del aeropuerto, dragar el propio caño en toda su extensión, especialmente a ambos lados del puente Benjamín Herrera para que el agua pueda fluir entre la bahía de Cartagena y la ciénaga de la Virgen, con la ventaja de que la esclusa puesta en Chambacú cuando se construyó La Bocana se podría volver operativa de nuevo, de manera que preste un gran servicio para manejar las mareas y para dejar fluir aguas frescas y limpias entre los cuerpos de agua.

Mientras tanto, el Distrito debería establecer una vigilancia férrea en el Juan Angola para evitar que sus depredadores multiestrato lo sigan destruyendo.

 


 

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