Editorial


Dudas sobre Turbaco

“Si lo que se afirma por miembros reputados de la comunidad de Turbaco es cierto, estaríamos en presencia de una seguidilla de atropellos y abusos legales”.

EL UNIVERSAL

22 de diciembre de 2019 12:00 AM

Qué novela relataría alguno de nuestros grandes narradores si conociera las paradojas turbaqueras de estos días, plagada de historias increíbles como en épocas de la subienda bananera, tal como la que aún soporta un pueblo cansado de abusos y corrupción, que en las pasadas elecciones locales, en un grito enfadado de ¡auxilio! entregó su confianza a una nueva propuesta política, contraria a las tradicionales castas politiqueras que se supieron ganar el rechazo popular.

Pero a pesar del vuelco en la línea ideológica que encarna el alcalde electo, y del manifiesto rechazo del pueblo turbaquero, a solo pocos días de entregar el mandato, la administración saliente, en muestra de alta temeridad, promueve ante el Concejo Municipal proyecto de revisión del plan de ordenamiento territorial que tendría vigencia en el cuatrienio 2020-2024, período ese bajo el mandato de la administración entrante, que se vería compelida a cumplir la normatividad territorial, de planeación y priorización impuesta por la administración saliente, sin que parezca factible que quede algo parecido a una túnica inconsútil.

De conformidad con información que difundimos en nuestra sección de Bolívar la semana que fenece, dicho cometido de aprobación se ha buscado obtener a toda costa, surtiendo un proceso que más parece un manto de ocultismo, incluidas las propuestas que integran la modificación, sin propiciar una sincera participación, abierta de la comunidad.

Según algunos entendidos, en ese proceso no solo se han saltado etapas que exige la ley, sino que desde la estructuración inicial no se cuenta con la totalidad de los estudios y documentos técnicos de diagnóstico necesarios, que no se ha surtido la concertación con el Consejo Territorial de Planeación y tampoco se han agotado los escenarios de participación ciudadana requeridos, ni garantizado el acceso masivo a la información; no obstante lo anterior, sí se surte de forma acelerada, a menos de 10 días de entregar el mandato, la etapa final aprobatoria ante el Concejo Municipal.

Si lo que se afirma por miembros reputados de la comunidad de Turbaco es cierto, estaríamos en presencia de una seguidilla de atropellos y abusos legales que pondrían sobre la mesa la verdadera motivación de la actuación, pues se estaría dejando de lado el querer y necesidades de las mayorías y la verdadera lucha por la mejora de las condiciones de vida de los habitantes, para priorizar y materializar los intereses particulares de unas minorías..., pero bien mínimas.

Lo que se afirma en este editorial merece una respuesta tanto del actual alcalde, como del Concejo Municipal de Turbaco. Es honorable que se aclarare a la opinión pública y a quienes ven en Turbaco un municipio con vocación de progreso, si las condiciones jurídicas para creer en su desarrollo son sostenibles.

Y no está demás llamar la atención del alcalde electo, Guillermo Torres, para que dé a conocer su posición frente a las quejas que se han conocido y a lo que se comenta en el ente territorial que en pocos días quedará bajo su catabre.

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