Editorial


El corredor del caos

EL UNIVERSAL

28 de octubre de 2018 12:37 AM

El Corredor de Carga, o Vía de Acceso Rápido, como también se le llama, es una de las rutas indispensables de Cartagena, no solo para llevar y traer la carga de los buques de los terminales marítimos de Manga, El Bosque y Mamonal, sino para transportar personas que van a la zona industrial, a Barú, o que lo usan para salir más rápidamente de la ciudad, bien sea hacia Gambote o hacia Barranquilla. En el Corredor se mueven miles de empleados de las empresas de Cartagena en buses, además de viajeros particulares en autos privados.

Quienes lo idearon e implementaron cerca del año 2000 fueron personas visionarias y ejecutivas, y gracias a ellas una carretera sencilla y de apenas un carril de ida y otro de vuelta, que ya estaba estrangulada, cobró nueva vida e importancia y ha sido indispensable para el desarrollo industrial y portuario de Cartagena desde entonces hasta la fecha.

Es una lástima que ya la vía se volvió caótica y nuevamente tiene un tráfico lento y estrangulado, no tanto porque la vía se haya quedado pequeña nuevamente, que es el caso, sino porque se la tomó la informalidad y los transportadores abusan de ella cada vez más y con mayor descaro.

La ciudad, con toda su crisis administrativa, no ha tenido quien se ponga los pantalones y reordene esta carretera aún más vital para Cartagena ahora que antes.

El problema es que la vía es usada como área de maniobras de los distintos patios de contenedores, quedando reducida a un carril varias veces al día, y con frecuencia, el tráfico se para del todo debido a este uso irresponsable y conchudo de los camioneros al entrar y salir de los patios.

A este caos se le suma que los patios no están pavimentados y en época de lluvia, como ahora, los camiones trasladan mucho lodo de los patios a la vía, a pesar del cual todos los usuarios deben seguir pagando los peajes. Este lodo hace que la vía sea insegura para todos, daña los vehículos, y sobre todo, deteriora la capa asfáltica, haciendo que operar el Corredor sea mucho más costoso.

La interinidad de varios años en la Alcaldía de Cartagena, sumada a cierta indiferencia perversamente omisiva de los alcaldes, titulares y encargados, con los desmanes de los operadores de los patios, ha impedido que estas instalaciones sean metidas en cintura. Deberían ser obligadas a pavimentar sus patios y multadas por enlodar el pavimento, y también deberían ser multadas severamente por usar los carriles públicos como sus áreas de maniobra.

Ojalá que el alcalde (e), Pedrito Pereira, le dedique tiempo a solucionar este problema, que se le suma a muchos otros que tiene que enfrentar, heredados de muchas administraciones anteriores, para que el tráfico vuelva a fluir por el Corredor de Carga, hoy convertido en el “Corredor de acceso lento” a todo y para todos, a pesar de los peajes que hay que pagar. Un poco de organización y autoridad antes de que el tráfico se pare del todo tendría el mismo efecto que agregar una calzada, no costaría nada y cesaría el caos.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS