Editorial


El reto con las bicitaxis

EL UNIVERSAL

13 de agosto de 2018 12:00 AM

No hay duda que el principal ‘dolor de cabeza’ para las autoridades de tránsito en Cartagena son las motocicletas, especialmente las usadas para el transporte público informal: las mototaxis.

Aunque se han tomado algunas medidas para controlarlas, parecen inocuas ante un problema que empeora cada día. Por ejemplo, para combatir la inseguridad, no solamente se implementó el día sin moto el segundo y último viernes de cada mes, y se prohibió la circulación después de las 11 p . m., sino que también se aplicó la medida de no parrillero en ocho barrios.

Con la llegada del Sistema Integrado de Transporte Masivo, el objetivo era que ninguna motocicleta debía pasar por la avenida Pedro de Heredia, sin embargo, el exalcalde Manolo Duque dijo que no era necesario prohibirlas en esa vía porque tan exitoso iba a ser Transcaribe, que la gente dejaría de tomar moto. Es decir, no ha habido aún una decisión contundente para ponerle freno o regular el mototaxismo, lo que ha hecho más difícil controlar este riesgoso servicio usado por muchas personas por su bajo costo y rapidez.

Otro medio de transporte que está creciendo de manera descomunal y sin ningún control en la ciudad es el bicitaxismo, otra fuente de empleo informal que se expandió por varios sectores de El Pozón, Las Gaviotas, Chiquinquirá, Manga, y Crespo, entre otros, con bicicletas adaptadas para llevar hasta tres pasajeros en la parte trasera por no más de 2 mil pesos la carrera, pues los recorridos no son muy largos.

A principios de mes, a través de la resolución 03256 del 3 de agosto, el Ministerio de Transporte reglamentó y autorizó la prestación del servicio público de transporte de pasajeros en triciclos o tricimóviles con pedaleo asistido, conocidas popularmente como bicitaxis.

Lo que se busca es “la prestación eficiente, segura y oportuna, aprovechando el uso de tecnologías de la información y las comunicaciones, y la alimentación de estos al SITM (...)”.

En Cartagena no hay un informe serio que indique cuántas personas se dedican a este oficio, pero en los últimos años se ha crecido considerablemente debido a que muchos barrios siguen sin contar con los alimentadores del SITM ni con ruta de buses o busetas del TPC.

Ya se ven bicitaxis también en avenidas principales y muchas hasta en contravía, conducidas por personas sin ninguna capacitación y que irrespetan las señales de tránsito porque creen que no deben cumplir normas, al igual que algunos ciclistas, que también se creen con el derecho de andar por vía contraria. Es importante que el Gobierno distrital estudie esta resolución a tiempo, y no cuando el bicitaxismo se le salga de las manos, como pasó con el mototaxismo. La bicicleta es un transporte amigable con el medio ambiente, por lo que se deben hacer esfuerzos para promover su uso. Hoy son las mototaxis los vehículos más usados como alimentadores por los usuarios de Transcaribe. Seguramente, con un adecuado control y vigilancia a las bicitaxis, con conductores con licencia y demás requerimientos del organismo de Tránsito, y con unas rutas seriamente establecidas, sin permitir andar en contravía, no sería un error apostarle a este servicio.

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