Se celebra hoy en Cartagena el primer Encuentro por la Verdad, convocado por la Comisión de la Verdad, dedicado al reconocimiento de la dignidad de las mujeres y de la población LGTBI víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado.
Como parte de los hechos victimizantes del terrible flagelo de la confrontación entre hermanos, se estiman 24.500 casos de violencia sexual que afectaron especialmente a departamentos como Magdalena y Atlántico, pero que devastaron la vida de las víctimas en toda la geografía nacional. Entre los terrores del conflicto, la violencia sexual quizá es el más silenciado, el más invisible, el que fue más difícil de registrar y, tal vez, uno de los más complejos de atender. Muchas de las víctimas se mantuvieron en silencio por miedo a ser revictimizadas o estigmatizadas, por sentirse avergonzadas, por evitar exponer su intimidad.
Así, la desnudez forzada, la esclavitud sexual, la obligación a presenciar actos sexuales y múltiples violencias sobre la maternidad, se sumaron a otras formas más soterradas, como usar el enamoramiento como estrategia para imponer el poder de los hombres armados sobre los cuerpos de las mujeres y las personas diversas sexualmente.
Estas formas de violencia se usaron como estrategia para someter las resistencias, como mecanismo de control territorial y como imposición de un orden social. El machismo al que estamos acostumbrados, en la guerra, toma las formas más inclementes y bárbaras para dominar y castigar.
Por citar ejemplos, las actuaciones de “El Oso” contra los homosexuales y de Hernán Giraldo contra las niñas, son apenas la punta del doloroso iceberg cuyo trágico fondo no alcanzamos aún a dimensionar.
Es Cartagena, en su teatro insigne -el Teatro Adolfo Mejía-, construido precisamente para conmemorar el centenario de la independencia, el espacio que la Comisión ha elegido para que la sociedad y el estado colombiano comprendan e interioricen los terribles daños y los trágicos impactos de estos graves delitos sobre el cuerpo de tantos miles de mujeres y población LGTBI.
Sin duda, también servirá para conocer las diversas formas de afrontamiento y resistencia de las comunidades y las múltiples formas de resistir y recomponer sus vidas en medio de las dificultades. Y es precisamente por la respuesta heroica con que afrontaron esta degradada práctica violenta muchas mujeres de Marialabaja, El Salado y en Montes de María que hoy la Comisión escoge nuestra ciudad como sede.
Con un encuentro como el que tendremos esta semana en la ciudad, la Comisión de la Verdad pretende contribuir a garantizar el derecho a la verdad de las víctimas de violencia sexual, amplificar sus voces, cerrarle el paso a la impunidad, hacer memoria de lo ocurrido para reflexionar de manera crítica sobre el pasado para poder dimensionar un futuro en el que esta tragedia nunca más se vuelva a repetir.
Damos la bienvenida a la Comisión de la Verdad y a las víctimas de esas violencias. Cartagena las reciba con afecto. La ciudad hoy es vuestra casa.
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