Ayer la Alcaldía anunció que había recibido de la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter) una “hoja de ruta con temas esenciales (...)”, contenido en el documento “Plan de Acción para una Cartagena Resiliente y Sostenible 2033”, el que señala que el Gobierno de Pedrito Pereira debe enfocarse en mejorar la movilidad, el transporte, proteger los recursos naturales en la ciénaga de la Virgen y La Popa, y defender a la ciudad de las inundaciones mediante los drenajes pluviales. Findeter anotó que estas prioridades están sintonizadas con el plan distrital de ordenamiento territorial y su plan de desarrollo.
Findeter, además, apoyará a la Alcaldía técnica y financieramente a través de recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o del Gobierno nacional para priorizar, además de lo anterior, los estadios para los Juegos Nacionales y Paranacionales de 2019. El Distrito, por su parte, comprometerá 90 mil millones de pesos mediante vigencias futuras para el plan de drenajes pluviales.
Es cierto que mejorar la movilidad ayuda a que la gente emplee menos tiempo y vaya más cómoda entre su casa y su trabajo, y hacerlo es indispensable, lo que implica no solo arreglar las calles, sino acelerar la implementación de Transcaribe para que toda la población pueda gozar de este transporte cómodo y digno, y despejar las vías de los buses del TPC cuanto antes para que se aminore la congestión y para salvar a la población de sus desmanes permanentes.
Hacer el plan de drenajes pluviales también incide en disminuir la pobreza, ya que las inundaciones causan estragos en las casas y pertenencias de las gentes más pobres, además de arriesgar sus vidas en muchos casos, así que este también es un programa impostergable.
Entendemos la importancia de los Juegos Nacionales, evento que nos debe dejar en perfecto estado las instalaciones deportivas que hoy están abandonadas, y además podría construir alguna menor, pero nos preocupa que se vuelvan a perder por la ineficiencia del Distrito, que poco entiende de la palabra mantenimiento, razón por la cual las calles están destrozadas y sus desagües tapados, y las bombas de la plaza de la Aduana y del parque del Centenario dañadas, entre muchas otras falencias.
Las necesidades de Cartagena son múltiples y urgentes, las anteriores y muchas otras, pero ninguna es más importante que combatir la pobreza. El documento de Jhorland Ayala y Adolfo Meisel ya debería estar convirtiéndose en una estrategia palpable, aunque la inestabilidad administrativa y política de Cartagena la atrasó muchísimo y el tiempo máximo del alcalde (e) es demasiado corto para hacer todo lo que necesitamos.
Un importante avance fue la audiencia pública al proyecto de ley que crearía el Fondo de Sustentabilidad Pro-Cartagena 500 años, promovido por el senador Fernando Araújo, donde ministros de Hacienda y Vivienda se comprometieron a aportar desde sus carteras en la erradicación de la pobreza a 2033. El primer aporte son 500 casas nuevas para la ciudad.
Por lo mismo, Pereira debería designar un equipo interdisciplinario para materializar la erradicación de la pobreza con un programa específico cuyo punto de partida tiene que ser el estudio antes mencionado. Estamos seguros que los investigadores del Banrepública seguirían ayudando, al igual que otras entidades y las diversas universidades locales, pero es urgente pasar de hablar, a hacer. Erradicar la pobreza es la necesidad más urgente de todas.
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