Editorial


La indagatoria del expresidente

“Sorprende también la cantidad de testigos -más de 40- que han sido citados a brindar sus testimonios, tanto a favor como en contra del expresidente (...)”

EL UNIVERSAL

08 de octubre de 2019 12:00 AM

Con toda razón el país ha estado expectante frente al llamado que la Corte Suprema de Justicia hizo al senador Álvaro Uribe Vélez.

Se trata del primer expresidente que es citado a rendir indagatoria en ese alto tribunal dentro de uno de los procesos más polémicos y mediatizados de los que se tiene noticia. El hecho de que la investigación contra Uribe Vélez haya surgido de una denuncia por manipulación de testigos, que precisamente él presentó contra uno de sus sempiternos contradictores, el senador Iván Cepeda, lo cual en su momento fue considerado insólito, pues quien terminó investigado fue el mismo exmandatario, y de que pruebas determinantes contra él devienen de interceptaciones de conversaciones telefónicas del expresidente producto de un error, ya que las grabaciones se ordenaron contra el congresista Milton Córdoba por un caso diferente, han rodeado de un manto de dudas sobre la imparcialidad de la Corte Suprema en este sonado caso.

Los magistrados de la Corte han explicado las razones que legitiman la legalidad de la orden de interceptación, así como las razones por las cuales se archivó la investigación contra el senador Cepeda y se aperturó contra Uribe Vélez; sin embargo, abogados y seguidores del popular exmandatario no han aceptado estas explicaciones, lo cual mantiene una controversia en torno de la rectitud en el manejo del proceso que hoy llegará a su culmen, cuando a las 8:00 de la mañana concurra ante los magistrados instructores.

El proceso ha despertado más interés en la medida en que varios de los protagonistas han roto todas las normas que aconseja la prudencia, como es el caso del defensor del expresidente Uribe, Diego Cadena Ramírez, reconocido dentro del mundo de los litigantes por defender a conocidos narcotraficantes, quien ha polemizado más allá de lo acostumbrado este caso, pues la Corte Suprema tiene a su haber pruebas de presuntos contactos indebidos de Cadena con testigos claves dentro del proceso que se le siga al senador Uribe. No deja de sorprender cómo es que este abogado sea su defensor, si es cierto que es la persona que en una de las grabaciones que la Corte ordenó interceptar se autodenomina como abogado de día y “aboganster” de noche.

Sorprende también la cantidad de testigos –más de 40– que han sido citados a brindar sus testimonios, tanto a favor como en contra del expresidente, lo cual hace aún más complejo este proceso, razón por la que los magistrados llamados a pronunciarse de fondo tendrán que llenarse de enorme discreción, sindéresis y equilibrio, pues independiente de qué decidan, buena parte de la opinión pública se sentirá defraudada.

En casos tan mediáticos como estos, en donde las pasiones juegan un papel más ruidoso que el juicioso criterio, es cuando más esfuerzos deben hacer los servidores judiciales para librarse de toda injerencia indebida, de sentimientos que empañen la capacidad de juzgar con imparcialidad y, sobre todo, de centrarse en que el deber de jueces y magistrados es pronunciarse en derecho. No se espera menos de la Corte.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS