Editorial


Llegó la temporada seca

EL UNIVERSAL

08 de diciembre de 2017 12:00 AM

Cuando el mundo era mundo y los elementos hacían su papel en el momento que les ‘tocaba’, la temporada seca, o el verano, como le llamamos aquí, comenzaba entre el fin de noviembre y el comienzo de diciembre de manera inexorable. Cualquier excepción a la regla, como un aguacero el 31 de diciembre, que los había muy de vez en cuando, solo la confirmaba: en diciembre llegaban los alisios puntuales a soplar  marejadas atardecidas y de vez en cuando, amanecidas, con dos o tres días de brisa sin interrupción y su correspondiente mar de leva. Hoy ya el verano se asomó, aunque con cierto desgano y una que otra nube gris entre las que brilla un sol ‘picante’ que amenaza lluvia, pero esas deben ser ‘patadas de ahogado’.

Llegó la temporada seca y es el momento de pensar en las distintas obras que solo se pueden hacer bien en esta época, como los movimientos de tierra para construir nuevas vías rurales, o represas para quitarle aguas a la ciudad para que no se inunde y para guardarlas para el campo, y también para reparar bien las vías de asfalto ya deterioradas.  Esos trabajos en un mundo eficiente debieron ser planeados durante el invierno para poderlos ejecutar ahora, en vez de gestionarlos ahora y comenzar a hacerlos cuando llueva de nuevo, lo que los hace quedar mal.

Es entonces el momento de acelerar los trabajos en los canales pluviales, no solo los que serán intervenidos como parte del Plan maestro, sino todos esos que solo se empiezan a limpiar cuando ya hay barrios inundados porque se represaron y se desbordaron, un evento repetitivo, como todos sabemos.

También es el momento de ‘caminarle’ a La Popa para hacer los trabajos que impidan que su cima le caiga encima a la ciudad, y para arreglar sus escorrentías con los elementos necesarios para impedir que se erosionen más de lo que ya pueden estar, cuando repararlos sería mucho más caro. Y deben necesitarlo, pues que recordemos, la última vez que alguna administración municipal les puso atención fue durante la alcaldía de Judith Pinedo.

Es la hora para redoblar la vigilancia sobre las invasiones al cerro, incluyendo la tala de sus bosques y de sus taludes, para evitar que se sigan encareciendo su solución a medida que se incrementa el peligro de derrumbes. El verano llegó y debería ser aprovechado para todo lo anterior.

Errata: presentamos disculpas por decir ayer aquí que el mangle produce Co2, cuando lo combate al producir oxígeno, que fue lo que quisimos decir.
 

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