Cartagena tiene muchas tareas pendientes de diverso orden, y la principal, que cada vez es más evidente, es cómo crear empleos formales y dignos, y cómo disminuir la desigualdad. Para esto se necesita la concurrencia de expertos que determinen, por supuesto, con insumos de la comunidad y de la academia, qué hay que hacer y cuánto cuesta hacerlo. La retórica en esto, como en tantas otras cosas, sobra, aunque algunos, de diversas vertientes e ideologías, no se curan de la tentación de pontificar. Y luego están otras tareas, más que todo de infraestructura, que son urgentes y que necesitan ser construidas.
La más adelantada de estas en procedimientos son las obras indispensables en el canal del Dique, principalmente la esclusas de Calamar y Puerto Badel, para regular el flujo de agua dulce a los cuerpos de agua aledaños al canal, que no es un cauce natural, sino uno artificial que depende de terraplenes laterales para que exista; y para librar a la bahía de Cartagena, sus cuerpos de agua y las islas del Rosario, de los sedimentos aportados por el río Magdalena a través del mencionado canal. Los sedimentos son un aporte nacional debido a la deforestación y erosión de la cuenca del gran río, y no un problema de origen local.
Luego están las defensas costeras, que deben proteger a Cartagena del mayor nivel medio del mar, que tampoco admiten demoras. , y nada más, porque la ayuda nacional dependería de vender las tierras del aeropuerto Rafael Núñez, cuya concesión tiene por delante varios años antes de que funcionara el nuevo aeropuerto proyectado en Bayunca, al término de los cuales ya quedarían a salvo pocas áreas del sector turístico de Cartagena, para no mencionar poblaciones costeras como La Boquilla, Marlinda, Manzanillo y otras, muchas de las cuales tendrán que ser reubicadas en algún momento.
Luego están los drenajes pluviales, que se necesitan con urgencia, y que deben también incluir en sus diseños cómo serán afectados por el mencionado cambio climático. Todo -defensas costeras, caños y lagunas, y drenajes pluviales- es un sistema interconectado y tiene que ser pensado y ejecutado así.
Otro proyecto importante para la movilidad es la Quinta Avenida de Manga y las ampliaciones de la avenida del Lago, ambos proyectos complementarios y que también tendrían que incluir alturas para salvarse del mayor nivel medio del mar durante muchos años. De nada serviría hacer estas vías con una visión de corto plazo.
Estos no son los únicos proyectos importantes de infraestructura para Cartagena, pero sí son los más urgentes, especialmente las defensas costeras y el canal del Dique, y con este último se siente mucho ruido del Gobierno pero hasta ahora se ven pocas nueces. Todos los estamentos de la ciudad tienen que juntarse para afinar las estrategias que permitan hacer todos estos proyectos, además de los no mencionados aquí.
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