Editorial


Navegue con cuidado

“Confiamos en que en esta temporada de Navidad y fin de año todo marche mejor en Cartagena y sus alrededores, incluida su seguridad (...)”

EL UNIVERSAL

23 de diciembre de 2018 12:00 AM

Llegó diciembre y con este último mes del año apareció la brisa del norte, y con ella llegó el oleaje grande del mar Caribe. Una cosa es navegar en otra época, con mares serenos, y otra cosa ahora. La mareta (oleaje) de estos meses, que se acaba usualmente en abril, pone a prueba todo en una embarcación, desde su propia construcción, hasta el motor y los equipos de emergencia, como bombas de achique y el agarre de las anclas con la brisa soplando contra el casco. Todos los años al entrar el verano les recordamos a los lectores los riesgos al ser la ciudad inundada de visitantes.

En buena hora la Dirección General Marítima, Dimar, a través de la Capitanía de Puerto, emprendió una campaña en la ciudad para concientizar a todos los pilotos de lanchas y operadores de tours que deben estar preparados en todo sentido, y que todos deben cumplir las distintas normas que les corresponden.

Las lanchas deben tener dos motores, extintores, botiquín, chalecos salvavidas individuales, equipos de comunicación, aros salvavidas para lanzarles a los nadadores en dificultades, y todo debe estar en buen estado y haber sido inspeccionado por la Capitanía.

También advierte la entidad los cuidados que deben tener en las playas los bañistas, ya que es el tiempo de las olas más grandes y de las corrientes más fuertes, ambas potencialmente peligrosas para los imprudentes y para los desconocedores de las trampas del mar.

Es también la temporada en la que los tours piratas en lanchas inseguras y mal equipadas pululan, utilizando las playas para reclutar parte de sus pasajeros entre bañistas incautos, y otra parte les son conseguidos por calanchines inescrupulosos en las áreas turísticas de la ciudad.

Es también la época de los grandes atropellos a la naturaleza en Playa Blanca, sometida al asedio de bañistas de todas partes y a los sobrecupos obvios para todos, menos para algunas de las autoridades que deben evitarlo.

Este año está el atractivo adicional del pedraplén en la isla de Barú, de Playetas hacia el sur de la isla, y sus áreas aledañas, un bocado apetecible para los taladores del manglar y demás invasores de la naturaleza, ya demasiado atropellada, y que debería ser intocable, pero que no lo será sin la vigilancia diaria de las autoridades.

En las playas aledañas al túnel de Crespo se debe doblar la vigilancia, ya que aún no están estabilizadas ni su batimetría da confianza para que las usen los bañistas, cosa que estos insistirán hacer a pesar de los avisos que lo prohiben.

Confiamos en que en esta temporada de Navidad y fin de año todo marche mejor en Cartagena y sus alrededores, incluida su seguridad, y que las autoridades impidan empeorar los trancones que ya muestran nuestras calles por doquier.

*****

Coletilla: paz en la tumba de Carlos Villalba Bustillo, columnista de El Universal hasta que enfermó hace poco. Fue un gran intelectual, de pluma ágil y alma transparente.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS