Todo se ha conjugado para que se dé un golpe certero que evite el turismo malsano en Cartagena.
Que evite que la ciudad sea mirada como un paraíso donde pulula la impunidad para los extranjeros que quieren acceder sexualmente a nuestros niños, niñas y adolescentes.
Han ocurrido hechos históricos que dejan el escenario abierto para que tanto autoridades gubernamentales como civiles se unan para luchar fuertemente contra esta problemática de la explotación sexual de menores y de mujeres.
El primer precedente importante, que aplaudimos, lo sentó el trabajo mancomunado entre la Fiscalía General, Migración Colombia, la Policía Nacional y la agencia estadounidense HIS.
A finales de julio, en torno a la operación Vesta I, el trabajo de estas instituciones permitió capturar a 18 presuntos proxenetas que harían parte de tres redes en la ciudad, los cuales fueron enviados a la cárcel. Entre ellos la mujer conocida como la ‘Madame’.
Qué decir del caso del exmilitar que accedía sexualmente a menores y luego les tatuaba su nombre, y eso que las autoridades no han dado los escabrosos detalles de los hechos para no afectar más a las víctimas.
Y refiriéndose a la problemática, la semana pasada el mismo director de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, reveló una situación alarmante. Según los informes de esa institución, la Costa es la zona del país donde más se han incrementado las denuncias de explotación sexual de menores.
Ese incremento es de un 20 %, mientras que en el resto del país ha sido de un 18 %. Ello quiere decir que las autoridades deben tomar las medidas inmediatas que se requieran.
Por eso la semana pasada el fiscal General, Néstor Humberto Martínez, se reunió en el Centro de Convenciones con representantes del gremio de hoteleros para explicarles que la operación Vesta va contra todos los actores de la explotación sexual de menores: contra quienes consiguen a las víctimas, contra los turistas que lo solicitan y contra los hoteles, casas y vehículos, de tierra y de mar, que son utilizados para estas actividades ilícitas.
En la reunión también estuvieron la alcaldesa (e) de Cartagena Yolanda Wong y el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay. Y lo que quedó de esta fue el compromiso de todas las autoridades de hacer una mesas de trabajo para planear las medidas contra la creciente explotación sexual en la ciudad.
También celebramos estos esfuerzos, y esperamos que las medidas sean efectivas y que los ciudadanos del común también se comprometan a denunciar los casos que conozcan, pues bien sabemos que este es un problema que ha estado frente a nuestras narices. Ojalá las medidas que tomen las autoridades incluyan estrategias constantes que perduren y que no estén sujetas a los gobiernos de turno, más cuando todos sabemos de la interinidad que sufre Cartagena. Hay que proteger a nuestros niños.
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