Editorial


¡Reciclar, ya!

“Ver la avasallante presencia de plásticos en los cuerpos de agua o cientos de llantas que ruedan con la corriente en la ciénaga de la Virgen, causa dolor”.

EL UNIVERSAL

10 de septiembre de 2019 12:00 AM

Pese al arduo trabajo de recolección de residuos domiciliarios, barrido de calles, parques y plazas, la suciedad y basureros satélites nos abruman.

Ver la avasallante presencia de plásticos en los cuerpos de agua o cientos de llantas que ruedan con la corriente en la ciénaga de la Virgen, causa dolor. Y produce indignación que, pese al sacrificio diario en encomiable labor de los operarios de los consorcios de aseo, los espacios públicos poco duren limpios y sigamos pasando la vida buscando culpables. Y claro que los hay.

El primero es la incultura que sigue venciendo y que expresa la informalidad estructural, baja identidad y poca educación ambiental de los ciudadanos. Se recogen 484.202 toneladas al año de residuos domiciliarios y el hecho de que se estén reciclando solo 4.800 por mes, esto es, prácticamente nada, demuestra el bajo compromiso ecológico en la ciudad, comenzando por sus autoridades, por los organismos ambientales, por las empresas de aseo y por tantos comercios y empresas que no han adoptado las prácticas de manejo y disposición de residuos de ley.

Aunque habría que incluir a los hogares, no es menos cierto que poco se invierte en educación dirigida a estos. Por ello, vemos con positivismo la propuesta de la Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito, de impartir instrucción en más de 30 instituciones educativas de Cartagena sobre cómo aplicar la cultura del reciclaje, según noticia que publicamos ayer.

Si una de las obligaciones para los municipios -de la que poco se habla- es la difusión y aplicación del principio de las 4RS (reducción, reuso, reciclaje y responsabilidad) que, junto con la Alcaldía, los operadores tienen el deber de promover para elevar los porcentajes de separación en la fuente y de reciclaje, el plan de gestión integral de los residuos sólidos -PGIRS- es el instrumento legal con que cuenta la oficina de Servicios Públicos para fijar las políticas e incentivos, usar los recursos económicos e invertir en vencer la incultura, separando lo reciclable y cerrando ciclos, analizar las rutas especiales y la vinculación de los recicladores al sistema de aseo, invirtiendo en cultura y propiciando la organización de las estaciones de clasificación y aprovechamiento de residuos (ECAR).

Cabe señalar que existe queja de la procuradora Ambiental por la actual ineficiencia. En Cartagena la producción per cápita es de 1.5 kilos y aunque se dice que el 36% de los usuarios son rigurosos en la disposición de sus residuos, no lo son en separar; es decir, evaden la responsabilidad del impacto ambiental que producen porque, según estos, no están obligados.

Llegó la hora de dejar la inconsciencia, debemos tomar medidas contundentes que permitan enfrentar la degradación ecológica que afecta los cuerpos de agua y el ambiente de la ciudad. Prohibir los plásticos de un solo uso y los no retornables, e imponernos la obligación al 2024 de estar reciclando el 50% de los residuos sólidos y haciendo compostaje con un alto porcentaje de los orgánicos. Y no esperemos a que los rellenos sanitarios cumplan su vida útil: reciclar los residuos para disminuir la producción de lixiviados contaminadores y metano lo podemos hacer desde ya.

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