Según la edición del ‘Trust Barometer 2021’ que elabora la prestigiosa firma Edelman Data & Intelligence desde hace varios lustros, publicada ayer, a partir de entrevistas realizadas a más de 33.000 personas en 28 países, de las cuales 1.350 corresponden a la muestra colombiana, la caída en los niveles de confianza hacia el Gobierno, las empresas, las ONG y los medios de comunicación es para alarmarse.
En efecto, los colombianos entrevistados califican con solo 33 puntos su nivel de confianza frente al sector público, lo que está 20 puntos por debajo del promedio mundial, en el que solo tres países entre los analizados registran peores indicadores que el nuestro (Argentina 30, Suráfrica 27 y Nigeria 24).
El asunto es más preocupante frente a los funcionarios, pues la credibilidad se mantiene en 24, con lo cual, según el estudio de Edelman, están en el último lugar, en la medida en que los periodistas y los líderes religiosos figuran con 35, los gerentes de otras empresas (CEO) con 41, el CEO de la empresa donde se labora con 69, y los científicos, con el mejor puntaje, con 70.
Llama la atención que, aun cuando ninguna de las organizaciones básicas de la sociedad es considerada competente y ética, las empresas son la institución de mayor confianza, con dos puntos por encima del promedio mundial (61%). Interesante que el 82% de los encuestados confía en su empleador en términos generales, incluso como fuente de información. Adicionalmente, el 67% espera que los altos ejecutivos de empresas (CEO) lideren los cambios que la sociedad necesita, en lugar de aguardar a que los gobiernos sean quienes propongan las soluciones.
El estudio también revela que el 93% de los colombianos cree que los CEO deben liderar en los asuntos sociales y pronunciarse públicamente sobre los problemas y retos más importantes, tanto a nivel general como de la comunidad local.
Llama la atención que las ONG salen de los índices de confianza positiva, con el 56%, siendo su puntaje más bajo desde que se inició en Colombia el Trust Barometer.
Pero tampoco salimos bien librados los medios de comunicación, por cuanto el 73% de las personas piensa que los periodistas y reporteros engañan intencionalmente al público con afirmaciones falsas o con exageraciones. Igualmente, el 72% considera que la mayoría de las organizaciones de noticias se interesan más en sus ideologías o posiciones políticas, que en informar objetiva e imparcialmente al público.
Conclusiones inevitables del estudio son, para los periodistas y los medios, la necesidad de un mayor esfuerzo y compromiso con la seriedad, objetividad y transparencia, para distinguir los hechos de las propias opiniones en homenaje al respeto por la audiencia. Y para las empresas y ONG, la revisión de los propósitos que les orientan por el papel que se espera que jueguen en las realidades sociales.
Todos estamos puestos a prueba.
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