Editorial


Viaducto, una gran realidad

EL UNIVERSAL

24 de febrero de 2018 12:00 AM

En el país nos tienen acostumbrados a que los proyectos de obras públicas se atrasen, y mientras más grandes son, mayores suelen ser también los tiempos de entrega caídos. Esa, que parece ser la norma de las obras públicas en el país, no se cumple en el Viaducto del Gran Manglar, como se llama este proyecto que cuesta 1,7 billones de pesos, sino lo contrario: será entregado 6 meses antes de lo previsto, al menos lo que es la construcción del viaducto. Esta no es cualquier obra, sino la más larga de su tipo en el país (y la tercera de Latinoamérica), con 4,7 kilómetros, y con dos carriles, cada uno de 3,65 metros de ancho.

Sin embargo, sigue habiendo una amenaza, según la concesión costera, porque aún hay unos predios públicos en la calzada de entrada desde el norte que deben ser restituidos por la Alcaldía, y a pesar de que varios alcaldes prometieron que solucionarían este impasse, ahí siguen los lotes en manos de particulares, o al menos, no están en manos de la concesión para instalar las redes de servicios públicos y luego construir las calzadas. Sin estos predios habría un efecto de embudo con el tráfico que entra a Cartagena, que ahí quedará estrangulado al pasar a la mitad de los carriles. Ojalá que esta administración, aunque es corta, pueda eliminar este obstáculo para que no quede nada pendiente en esta vía indispensable.

El viaducto fue construido a un gran costo para evitar talar los mangles o rellenar la ciénaga de la Virgen, por lo que es casi imposible entender que se permitan invasiones y rellenos en el margen de la vía de La Boquilla y en manglares aledaños. Se hace de día, y de frente, sin temerle a la ley.

Las ventajas del viaducto deben notarse mucho durante las distintas temporadas turísticas, ya que en las anteriores, se solían armar trancones monumentales en el sector de La Boquilla entre los carros que entraban y salían del pueblo; los que seguían derecho para el sector turístico; y los que iban para Barranquilla. También será una condición muy positiva para desarrollar bien la zona norte, incluidos varios de los pueblos aledaños a la Vía del Mar, que entrarán a la ciudad y saldrán de ella mucho más rápidamente.

La construcción de este viaducto hace pensar en lo fácil que sería conectar a Tierrabomba con Bocagrande mediante este sistema en el que el ‘puente’, incluidos las vigas y los pilotes,  prefabricados en las cabeceras de la estructura, se va armando desde esta mediante una ‘viga lanzadora’, y va avanzando así hacia su objetivo. Confiamos en que ya nada atrasará el cronograma exitoso de esta obra trascendental.  


 

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