El presidente Iván Duque anunció como en el II Congreso de Jóvenes Comunales realizado en Cartagena, la inclusión en el presupuesto nacional de $10.000 millones anuales en el fondo de proyectos comunitarios para apoyar iniciativas de las Juntas de Acción Comunal, suma irrisoria ante el número de 65.000 JAC en todo el país, ya que saldrían a $153.846 si se repartieran equitativamente, lo más seguro es que al presidente no le informaron que ese rubro económico existe desde gobiernos anteriores y su ejecución se diluye ante el cúmulo de problemas de las comunidades.
El Ministerio del Interior le oculta al presidente con la permisividad de la Confederación Nacional Comunal la grave crisis que padece hoy ese movimiento social que lo mantiene sumido en la parálisis y el ostracismo a pesar de su importancia para el desarrollo del país, lo evidencia la inexistencia de una política pública comunal que defina planes y estrategias para el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias que permitan volver a esa época de gloria de las JAC, donde eran las protagonistas de los procesos de mejoramiento de las condiciones de vida colectiva siendo la ejecutora de obras de escuelas, parques y puesto de salud.
Hoy las JAC deben modernizarse, por eso acudimos al Mininterior y a Ceferino Mosquera, presidente de la Confederación Comunal para presentarles el plan “Métodos de innovación organizacional para la Juntas de Acción Comunal de la República de Colombia” cuyo objetivo es la evolución de estas entidades a través de la adopción de nuevas prioridades como las dimensiones: económica, social, política, educativa y ambiental, junto a la formación, asesoría técnica y cofinanciación de proyectos, sin tener respuesta alguna. Mientras la comunidad se decepciona como le sucederá a los 400 jóvenes que asistieron al evento donde le hablaron maravillas, cuando viven una realidad diferente.
Las JAC deben convertirse en empresas de desarrollo social encargadas de formular, planear, dirigir y ejecutar acciones que permitan a sus afiliados superarse colectiva e individualmente, requiriéndose del apoyo del Gobierno nacional y local, para lo cual la voluntad política de los mandatarios es fundamental, creando entidades con la función exclusiva de fortalecer los procesos de participación comunitaria con autonomía presupuestal y administrativa. Desde Cartagena seguiremos solicitando al presidente que nos reciba para informarle sobre esta clase de proyectos que de aplicarse beneficiarán a muchas comunidades en el país, aunque sabemos que a su alrededor hay funcionarios que obstruyen su visión.
*P.U. Comunicación Social Periodismo.
Especialista en Formación de Formadores.
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