El exembajador de Colombia en Caracas (Venezuela), Armando Benedetti, ha estado cuasi desaparecido desde cuando armó el escándalo de la empleada doméstica de Laura Sarabia –quien fue su asesora y mano derecha cuando fue senador del Partido de la U– y de los audios en los que insinuó que había entrado plata non sancta a la campaña del presidente Gustavo Petro en 2022. Lea: El costeño presidenciable que busca dar un timonazo en el Partido Liberal
Esos escándalos que tanto afectaron al Gobierno los hizo atormentado porque quería ser ministro de Interior o un cargo por el estilo y porque desde la Casa de Nariño le tomaban del pelo.
Pero ahora parece que se le va a hacer el milagrito. Al menos eso es lo que él le está diciendo a conocidos y cercanos suyos: que lo van a nombrar ministro. ¿Le va a servir ahora su renovado silencio ante el presidente y el Gobierno?
No ha pasado nada con Laura Sarabia
En Casa de Nariño están tranquilos con la posible incorporación de Armando Benedetti al gabinete. Consideran que si Laura Sarabia volvió al Gobierno, a pesar del escándalo en el que se vio involucrada, la fórmula se puede repetir con el exembajador. En parte es cierto: a ella la nombraron en el Departamento de Prosperidad Social, que maneja uno de los mayores presupuestos del Estado, a pesar de estar involucrada en supuestos maltratos a la niñera de su hijo, episodio sobre el cual se produjo el presunto suicidio de un hombre de seguridad de Presidencia.
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