La visita a Colombia del líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, despertó en el sector político de ambos países todo tipo de reacciones. La declaración del presidente de ese país, Nicolás Maduro, sobre la posibilidad de ruptura de relaciones entre los dos países ha puesto nervioso a más de uno, por el papel que ha desempañado Venezuela en las negociaciones de paz.
Sobre este tema también se pronunció en Colombia, Ramón José Medina, secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática de Venezuela, movimiento donde milita Capriles, diciendo que “es inaceptable pretender chantajear al gobierno de Colombia, por una reunión privada entre dos líderes latinoamericanos”.
Agregó que esto muestra cierta inestabilidad en el gobierno venezolano que, según él, “no ha sabido abordar la crisis en términos políticos y sociales que vive Venezuela”. Luego reiteró que, en su opinión, “es aún peor que se use como arma la paz de Colombia, que también es la paz de Venezuela”.
En Colombia las reacciones de algunos políticos tampoco se hicieron esperar. Para empezar, algunos congresistas expresaron su opinión entre los que estuvo la senadora del movimiento Mira, Alexandra Moreno Piraquive, quien criticó duramente la actitud del presidente de la Asamblea de Venezuela, Diosdado Cabello, al calificar de chantaje la amenaza de quitarle el apoyo a los diálogos que se adelantan en la Habana.
Según la senadora Piraquive, el gobierno del presidente Maduro en estos momentos está pasando por una crisis de gobernabilidad y resulta inoportuno que comience a distanciarse de toda Suramérica cuando Colombia ha sido un país que lo ha apoyado en unas elecciones tan cuestionadas internacionalmente.
La congresista del Mira dijo que ese chantaje de algunos miembros del gobierno venezolano, de quitarnos el apoyo a los diálogos de paz, Colombia no lo puede aceptar y señaló que nuestro país ha sido respetuoso de la política venezolana por parte del Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, por lo que sería un paso en falso del gobierno Maduro tomar ese tipo de decisiones.
“El gobierno del presidente Maduro está muy debilitado, no tiene ni la aceptación de su país y si un cuestionamiento internacional grande, por lo que tomar la decisión de no seguir acompañando los diálogos de paz, sería en detrimento de su seriedad con la comunidad internacional”, anotó Piraquive.
En su concepto, Venezuela no puede hacer lo del cangrejo retrocediendo pasos que el presidente Chávez alcanzó en su momento. El proceso de paz está andando y creo que sería lamentable que por una calentura se tomara este tipo de decisiones que a la postre en nada afectará el proceso.
También se pronunció el presidente del Senado, Roy Barreras, quien se dirigió en forma directa a su homólogo venezolano Diosdado Cabello, por la afirmación que hizo de que Santos puso una bomba en las relaciones con Venezuela.
Barreras afirmó que todas las voces venezolanas sobre el tema son bienvenidas, asegurándole a Cabello que “las palabras no son bombas de tiempo, son para evitar las bombas y la violencia”.
Esta posición fue respaldada por el representante a la Cámara por el Partido Liberal, Simón Gaviria, quien dijo que “en Colombia no limitamos el derecho de nadie a expresarse y sí brindamos espacio para escuchar a la oposición”.
Por su parte, el senador del Polo Democrático Alternativo, Jorge Robledo, manifestó que recibir la visita de Henrique Capriles “fue una decisión grave del presidente Santos”. Para él esa fue una reunión totalmente innecesaria sobre la cual era previsible que iba a generar problemas en el Gobierno vecino”. Agregó que “no se puede poner en riesgo el proceso de paz con estas decisiones”.
LOS ASPIRANTES A LA PRESIDENCIA TAMBIÉN HABLAN
Los aspirantes a la Presidencia de la República también reaccionaron a este hecho, entre quienes estuvo la precandidata del Polo Democrático, Clara López Obregón, quien afirmó que el presidente Santos “deshizo esfuerzo de recomposición de relaciones con Venezuela al recibir a Capriles”.
La precandidata del Polo aseguró que “Santos cayó en la trampa” y deshizo todo el esfuerzo que se hizo para reparar las relaciones, “luego de la crítica situación en que las dejó el gobierno de Álvaro Uribe Vélez”.
López Obregón agregó que si bien Colombia debe mantener relaciones amistosas con sus vecinos no debe terciar, como en el caso de Venezuela, “a favor de fuerzas desestabilizadoras de los gobiernos a los que Estados Unidos no les ha dado su bendición”.
Más dura todavía fue la reacción del también precandidato a la presidencia Francisco Santos Calderón, quien afirmó que el Presidente “como siempre, le prende una vela a Dios y otra al diablo”, refiriéndose a las buenas relaciones que procura mantener con los políticos del vecino país. Santos, además, aseveró que el Presidente “legítima a Maduro y su robo electoral y le da contentillo a Capriles”.
El precandidato fue más allá de sus críticas llegando a afirmar en su cuenta de Twitter, y ante la prensa internacional, que su primo, el presidente Juan Manuel Santos, “es cómplice del fraude electoral en Venezuela”. Esta acusación fue registrada por el periódico norteamericano El Nuevo Herald, donde además Francisco Santos afirmó que “Maduro es un presidente ilegítimo. Se robó unas elecciones y en América Latina nadie se atrevió a levantar un dedo”.
REACCIONES SORPRENDENTES
Un poco sorprendentes resultaron las reacciones del expresidente Álvaro Uribe y la senadora Piedad Córdoba, ambos opositores al gobierno de Santos desde dos puntos de vista diferentes.
Álvaro Uribe, quien se ha convertido en uno de los más fuertes críticos de las políticas de Santos y especialmente del proceso de paz, sorprendió con su mensaje de apoyo a la reunión del Presidente con Capriles diciendo que ésta fue institucional y conocida”.
Sin embargo, lanzó su comentario en contra del Gobierno venezolano acusándolo de tener reuniones “clandestinas con los terroristas de las Farc”.
Por otro lado, la exsenadora Piedad Córdoba criticó la reunión con el excandidato venezolano, no por la reunión en sí misma, sino porque Santos faltó a otro compromiso por cumplir con ésta. La exsenadora afirmó que “mientras Santos se reunía con Capriles, dejaba plantada a la comunidad de San José de Apartadó”, con la cual ya había concertado un encuentro en el que el Gobierno debía disculparse públicamente ante la población de ese corregimiento por las masacres perpetradas por los paramilitares a finales de los años noventa.
Política
Duras reacciones ante los anuncios de Nicolás Maduro
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