Los cinco meses que permaneció detenido y señalado como el “peor delincuente y guerrillero” por falsas acusaciones y errores de la Fiscalía General y el sistema penal colombiano lo motivaron a crear la Fundación Defensa de Inocentes, que hoy dirige. Alejado de la política, el exdiputado vallecaucano Sigifredo López está dedicado como abogado a la defensa de personas que, cómo él, se declaran víctimas de falsos testigos y de los fiscales “que le dan toda credibilidad judicial a los testimonios exparamilitares, guerrilleros y delincuentes”.
-¿Qué resultados tiene la Fundación Defensa de Inocentes que usted dirige?
La fundación nació después que la Fiscalía reconoció su grave error conmigo al darle crédito a falsos testigos (desmovilizados). Empezamos hace dos años y hemos recibido 2 mil solicitudes de apoyo legal, de las cuales documentamos unos 100 casos con indicios de irregularidades y actuamos en 17 procesos judiciales. Hemos encontrado casos terribles que prueban lo desequilibrado del sistema acusatorio contra el ciudadano.
-¿Qué irregularidades han encontrado en los juicios en los que actúan de defensa?
Muchos fiscales abusan al usar a testigos que mienten para buscar rebajas de penas como algunos exparamilitares y guerrilleros desmovilizados. Y también tenemos casos de testigos que tras descubrirse su falso testimonio señalan que los fiscales los presionaron para hacer acusaciones. O abogados que instigan a desplazados a mentir para reclamar tierras despojadas que no lo son. Sucede que los fiscales tienen la función de acusar y dar resultados y no todos tienen la valentía de reconocer que no hay mérito para investigar y precluir la investigación... si tuvieran ese valor las cárceles no estarían llenas de tantos inocentes. Por eso considero que se debe modificar el código penal para equilibrar la desventaja que tiene el ciudadano.
-Lo dice por su propia experiencia cuando fue acusado por el secuestro y muerte de los diputados?
Sí. En mi caso la prueba de la Fiscalía en mi contra fue un cotejo con el que concluyeron que mi nariz coincidía con la de un guerrillero (según otro guerrillero y falso testigo). Y la prueba técnica del FBI, porque no permití que me la hiciera la Fiscalía a través de la Dijín, determinó que no era yo. Entonces las decisiones judiciales se deben tomar más con prueba científicas, porque el testimonio tiene muchas debilidades. La gente miente por interés, dinero, odio, amor, simpatía, política, religión.
Pero lo más importante es que el ciudadano procesado está casi condenado y ha sido chuzado, investigada su vida y hasta la acusación del fiscal no sabe que hay en su contra para defenderse. Sin dinero para pagar buenos abogados, estigmatizado por los medios de comunicación pierde su trabajo y hasta los bancos le cierran las puertas. Es como un ratón contra un dragón voraz y poderoso que es la Fiscalía, que tiene 47 mil fiscales, investigadores, laboratorios.
-¿En cuáles casos representativos de víctimas falsos testigos actúan ustedes?
Ganamos el caso de Yidis Medina a quien condenaron a 34 años por un montaje que le hicieron. También el de el caso de José Crisanto Gómez, acusado de guerrillero y de quien demostramos que por presión de las Farc y su indefensión tuvo que cuidar a Emanuel, el hijo de Clara Rojas. Justo ahora avanzamos con la defensa del coronel William Montezuma y del intendente Orobio Caicedo, a quien echaron de la policía tras ser señalado de ayudar a las Farc en el ataque a la isla Gorgona. Nuestra investigación indica que estuvo en 8 combates contra la guerrilla arriesgando su vida. Nos parece sospechoso que tras 20 años de servicio intachable, tras el ataque en dos días la Fiscalía tuviera lista la acusación.
-El perdón que le pidió la Fiscalía remedió el daño que le causaron?
Me presentaron como el peor delincuente y al buscar Sigifredo López en internet aparecían 540 mil titulares acusándome y más de 7 millones replicados en redes sociales. Cuando demostré mi inocencia la noticia la vieron apenas 416 mil personas. Esa diferencia significa que la mayoría piensan mal y es muy duro que lo miren a uno con sospecha.
Comentarios ()