"El presidente me pidió que aspire al Senado": Samuel Azout

Uno de los principales escuderos que ha tenido el presidente Juan Manuel Santos en su propósito de enfrentar la pobreza anunció que lo abandona en esa tarea. Se trata del empresario barranquillero Samuel Azout, quien dejará en los próximos días la dirección de la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema, Anspe.
Aunque Samy, como lo conocen en su natal ‘curramba’ y en la propia Anspe, lo hace para volver a dedicarle tiempo a su familia, también evalúa una propuesta que le formuló el presidente Santos hace unos días: aspirar al Senado de la República, para que desde el legislativo luche por reivindicar las banderas de la prosperidad y la inclusión social de miles de familias, que por décadas están sumidas en la pobreza extrema.
Aunque ese posible paso a la política aún no lo define, Azout sí tiene claro cómo ha sido la gestión por torcerle el cuello a la pobreza, y los esfuerzos que están haciendo para mejorar esos índices. En medio de cuadros, tablas, cifras y más cifras, pero también una fotografía reciente en la que está vestido de monocuco en el reciente Carnaval de Barranquilla, Samuel Azout hizo para Colprensa el balance de su gestión al frente de esa Agencia estatal.
EL BALANCE
- ¿Quedó cumplido el llamado ‘servicio militar’ en el gobierno?
Servicio militar cumplido. Pude cumplir la misión que me encomendó el presidente Santos de diseñar la nueva arquitectura institucional para combatir la exclusión en Colombia. Crear el sector de la inclusión social, el cual se hizo desde la alta consejería en la que estuve primero. En esa primera parte se introdujo la innovación social, la inversión social privada, el trabajo con el sector privado, la estrategia de primera infancia ‘De Cero a siempre’ y se le dio fuerza a la Red Unidos, que era antes de la Red Juntos.
- ¿Satisfecho de haber salido un tiempo de la empresa privada para ir al Gobierno?
Muy contento de haber trabajado en el Gobierno, viniendo del sector público. Pienso que he hecho una contribución, pero no estoy satisfecho, porque no podemos estarlo mientras exista una sola familia en condición de pobreza extrema. Estoy tranquilo por haber hecho mi mejor esfuerzo.
- ¿Para un empresario como usted fue engorroso estar en el Estado, en donde siempre es traumático el funcionamiento?
Sí, es difícil ejecutar en el Estado, mucho más difícil que un gerente en el sector privado. Encontré tres cosas que me sorprendieron: la primera es que la autoridad es un poco ambigua, porque hay una gran inercia sectorial y los sectores trabajan muy independientemente, no hay la unión intersectorial con el rigor que debe haber; lo segundo es que, a diferencia del sector privado, en el Gobierno no hay competidores, y como no hay un sistema de mercado se corre el riesgo de caer en una inercia de dejar de innovar; lo tercero es que el sistema de contratación es engorroso y difícil y hace la ejecución mucho más demorada, por lo que la planeación debe ser más rigurosa que en el sector privado, por la complejidad de normas.
- ¿Cómo funciona hoy el plan para sacar a las familias de la pobreza extrema?
Cada familia tiene un cogestor, con quien levanta un plan familiar y una proyección de cómo están en 9 dimensiones y 45 logros. Las dimensiones que mide el cogestor son la identificación, salud, educación, vivienda, nutrición, ingresos, dinámica familiar, acceso a la justicia y ahorro. Gracias a este trabajo de poder cumplir esos logros, ya 40 mil familias superaron la pobreza de forma sostenible y definitiva, pero aún son un millón y medio. Lo importante es que ya nos estamos acercando a un ritmo de 80 mil familias al año, pero debemos llegar a superar los 100 mil al año. La meta de la Anspe para 2013 es que 160 mil familias superen la pobreza extrema. No hay una fórmula para superar la pobreza extrema, nuestra receta es que hay que trabajar con cada familia individualmente. Hoy ese millón y medio de familias tienen un plan para superar la pobreza, esa es la magia de la Red Unidos.
- Pero no es muy idealista o etéreo el cumplimiento de esa cantidad de logros que le ponen a las familias…;
Llevamos un registro de cada familia y del cumplimiento de cada uno de los logros. Aquí podemos saber cómo va y mientras no los cumpla, no se promueve a la familia. Hay un sistema de filtros que nos permite asegurar que las familias que se promueven pueden ser sostenibles.
- ¿Cuáles son los logros más difíciles de cumplir?
Son los de habitabilidad y de ingresos, esos son los cuellos de botella. De la Red Unidos hay 711 mil familias que viven en hacinamiento, que no tienen vivienda adecuada para vivir bien. También está la calidad de la vivienda, el material en que están construidas, los pisos, el agua potable, y aquí hay más de 400 mil familias.
- Los más fáciles de cumplir, ¿cuáles son?
Han sido en buena parte los de identificación, en especial que tengan cédula y tarjetas de identidad los miembros de la familia; hemos avanzado en primera infancia con el ICBF; en educación, porque hay cobertura; en registrar a las familias en el Sisbén; también se ha mejorado mucho en exámenes de citología y en acceso a la justicia.
- ¿Pero no es un ritmo muy lento para superar la pobreza extrema de ese 1,5 millones de familias?
Estoy seguro de que en los próximos 3 a 5 años, con la institucionalidad que hay, con el Departamento para la Prosperidad Social y con el esfuerzo del Gobierno, si el presidente Santos es reelegido, vamos a hacer disminuciones muy significativas.
- Es decir, es necesaria la reelección del presidente Santos para seguir combatiendo la pobreza…;
Lo que necesitamos es continuidad, aquí hay una visión de largo plazo, si el presidente Santos es reelegido, entonces garantiza continuidad, ahora ya la Anspe y el sector de inclusión social son política pública con toda esta estrategia.
LA POLÍTICA
- ¿Ahora que se retira seguirá con esta labor de combatir la pobreza, de buscar la equidad, la inclusión?
Por ahora trabajaremos en Barranquilla, que ha venido mejorando, pero que tiene retos grandes en comunidades en donde los jóvenes no poseen la misma oportunidad de vida. Eso lo queremos hacer con un vehículo como el deporte, como una fórmula de sembrar valores y alejarlos de esos riesgos.
- Me suena entonces que aspirará a la Alcaldía de Barranquilla…;
(Silencio)…; En este momento la decisión es volver a mi trabajo comunitario, no pertenezco a ningún partido, no he sido candidato a elección popular.
- ¿Pero pertenece al santismo o no?
Soy leal al presidente Santos como jefe de Gobierno, pero no pertenezco a ningún partido, mi trabajo comunitario es lo que más quiero hacer; este fue un cargo, pero he vivido lo suficiente para saber que no debo descartar nada. Mi intención es dedicarme a rescatar algunos temas familiares, ganar ‘famipuntos’ y volver al trabajo comunitario.
- Entonces se queda más con la ejecución que con legislar, o ¿sí le suena el Congreso?
Me gusta ejecutar; le confieso que no me sentía tan bien estando en la alta consejería, porque no se gerencia nada, es un trabajo de consejo. Yo le pedí al presidente que me bajara el rango y ya no tengo ese rango acá en la Agencia.
- Le repito, ¿se dejará tentar para que encabece una lista al Senado?
Cuando hablaba con el presidente Santos y me preguntaba sobre mis planes futuros, me dijo que considerara ser candidato al Senado. No sé por qué me lo dijo, pero cuando le pide a uno que considere algo, aunque no esté en los planes hay que considerarlo.