Política


“En 2021 vamos a tener aguas turbulentas, pero lo peor ya pasó”: Dau

William Dau Chamatt desvela cómo ha sido su primer año frente a la Alcaldía, sus aciertos, sus frustraciones y su lucha contra la corrupción.

WILSON MORALES GUTIÉRREZ

26 de diciembre de 2020 12:00 AM

Fuertes enfrentamientos con la mayoría de los miembros del Concejo Distrital, manejar un virus desconocido con todo lo que ello ha implicado y lidiar con una tormenta tropical que dejó cientos de afectados en la ciudad por las inundaciones.

La administración del alcalde William Dau Chamatt no ha sido convencional, por donde quiera que se le vea. En un hecho inesperado, el 27 de octubre del 2019 el activista anticorrupción se alzó como alcalde de Cartagena con más de 112 mil votos, ganándole la pugna a representantes de casas políticas tradicionales, con una campaña que tuvo como fuerte las redes sociales, con su movimiento Salvemos a Cartagena.

Su discurso desde entonces sigue siendo el mismo: lucha contra la corrupción y superación de la pobreza. Confiesa que no ha sido fácil dirigir el Distrito por su falta de experiencia en la administración pública, pero cree que en este primer año de gobierno ha aprendido mucho y que ello le ayudará a que el panorama para la ciudad sea mucho mejor para el próximo año.

“Ha sido una curva de aprendizaje bastante pronunciada. Siendo idealista, como nunca había sido político ni funcionario, yo decía ‘cuando sea alcalde voy a arreglar esto, voy a hacer este proyecto, todos estos proyectos bonitos’. Y desde el primer día fue estrellarme contra un muro: que no hay presupuesto, que los requerimientos, que no hay plata, es la locura. Lo que es la contratación, con lo lento que es, fue un choque muy duro. Yo los primeros meses solo dormía cuatro horas al día, ahora duermo un poco mejor porque de tanto trabajar subí rápidamente la curva de aprendizaje; aún no sé todo lo que tengo que saber, pero ya me siento más tranquilo, más seguro de lo que estoy haciendo”, explicó.

Críticas

Así mismo, se refirió a algunas de las críticas que le hacen, como los reproches por sus enfrentamientos con diversos sectores.

“He seguido peleando y eso es de esperar. Me dicen algunos: ‘alcalde, ya deja de pelear, gobierna’. Pero eso no es así, esto es una pelea que va a durar cuatro años. A mí solo me miran porque peleo, pero yo tengo un equipo de personas bien capacitadas y que cada una está haciendo lo suyo. Y como alcalde necesito que cada secretario haga lo suyo. Lo mío, ademas de administrar y todo lo demás, es acabar con la corrupción. Cuando ganamos en las urnas, los malandrines no se retiraron, sino que siguen con la intención de sacarme del poder para ellos recuperarlo y poder seguir robando, eso es un hecho innegable.

Que digan que yo estoy tirando piedras, pues sí, pero porque yo estoy luchando contra la corrupción, y ellos también me tiran piedras. Me hacen la vida imposible, al punto que todos los huérfanos de poder, las clases politiqueras, se han ensañado contra la administración y atacan de cuanto frente se puedan imaginar. No solo lo hacen a través del Concejo, sino a través de veedores de estómago, periodistas de estómago; ponen quejas, no hay un solo contrato que haya firmado mi administración que no haya sido denunciado por corrupción, que no se haya solicitado a los entes de control y estos le siguen el juego a esta gente. Hemos llegado al punto de que Cartagena finalmente tiene un alcalde honesto y a este le han abierto más investigaciones de las que se han abierto jamás en la historia de Cartagena contra alcalde alguno. En un año me han abierto más investigaciones que a cualquiera, entre indagaciones formales y preliminares, y eso nos quita tiempo, hay que contestarlas, aportar pruebas”, dijo Dau.

Dau cree que hay un plan para desestabilizar a su administración y dice que eso también se refleja en los constantes requerimientos a sus funcionarios.

“Los malandrines con sus aliados, entes de control y Concejo, están buscando paralizar nuestra administración y hacerla inoperable a punta de requerimientos, oficios de hostigamiento y ese es el ambiente en el que estamos. Tanto es así, que hasta en el 80% de un horario normal la jurídica va entre el Concejo y la Procuraduría. ¿Entonces a qué hora se va a trabajar en otras cosas? Y así es con muchos funcionarios, como con Guillermo Ávila de Planeación, que le hicieron como 30 requerimientos y lo citaron no sé cuántas veces al Concejo. Y así es con los demás. Hay un plan para desestabilizar a la administración y estamos recopilando esa información”, aseguró el mandatario.

Frustración

De igual forma, el alcalde confesó cuál ha sido fue mayor frustración en este primer año de gobierno.

“Quería generar bastante mano de obra para combatir la pobreza este año, es algo que vengo diciendo desde mi campaña, que es irrigar cantidades masivas de dinero en la población vulnerable mediante la contratación de mano de obra no calificada, que ahí es donde están las mayores necesidades. Prefiero pagar un sueldo que regalar un mercado; contratar gente para reforestar La Popa, para cosas útiles para Cartagena y que son intensivas en mano de obra. Pero por la cuestión de presupuesto no pudimos y por el hecho de que estamos ajustando el equipo y eso también es una de mis grande frustraciones: que aún no tengo mi equipo completo. Como llevaba tanto tiempo fuera de Cartagena, ha sido difícil conformar el equipo.

“La escuela cazatalentos es algo que no se había visto. Yo lo hice, pero eso no quiere que todo funcionario debe venir de la escuela. He tenido ese problema para formar el equipo. Con un equipo bien estructurado, las cosas fluyen, pero no ha sido fácil, porque la mayoría de las personas que entraron en mi gobierno no tenían experiencia en lo público. Y a diferencia de cuando los malandrines mandaban, ellos se repartían burocracia, las secretarías tenían dueño. Y por eso siempre había estabilidad. El secretario era de tal persona y el alcalde no se metía con eso. Pero aquí no hay cuotas políticas, y el que no da la talla, yo lo reemplazo porque no tiene un padrino, no tiene un concejal o un senador respaldándolo. El que no da la talla sale, porque esto es una empresa”, aseveró.

Salidas de funcionarios

Pese a todos los problemas que enfrenta, el alcalde indica que lo más satisfactorio es el cariño y el apoyo que siente de muchos cartageneros, sobre todo cuando va a los barrios. También señala que lo han afectado las salidas de varios de sus funcionarios de confianza, como las de Lidy Ramírez o Cynthia Pérez.

“Esas salidas me afectaron, pero esos son movidas de los malandrines. ¿Aquí cuándo se habían visto las hojas de vida con lupas? Nunca. Han mirado todo, revisan todo con lupa para ver dónde pueden armar escándalo”, dijo.

De igual forma, dejó ver que las grandes obras se verán el próximo año y que buenos vientos se avecinan.

“Hablan y dicen que no se ven obras, pero eso no se ve en el primer año, que es para conocer y planear, y más siendo yo novato en esto. Ninguna empresa ejecuta proyectos sin hacer la planeación. El primer año conocimos y realizamos nuestro Plan de Desarrollo, estábamos en COVID, entonces no se podía comenzar. Para el 2020-2021 es cuando se comienzan a ver las cosas, cuando se comienzan a firmar grandes contratos, a ejecutar obras y contratación de mano de obra. Espero que en el 2023 Cartagena tenga pleno empleo.

“El año 2020, agravado también por el COVID y por IOTA, pero principalmente por la reventada contra los corruptos, ha sido el año más difícil que se puedan imaginar. El barco podría haber naufragado, por las aguas más turbulentas posibles. En 2021 todavía vamos a tener aguas turbulentas, pero lo peor ya pasó. Nos van a seguir atacando, pero ya cogí cancha, ya subí la curva de aprendizaje y ahora estoy en mejores condiciones para dar la pelea. En el 2021 la gente va a ver optimismo”, concluyó.

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