La crisis institucional que sufre la Contraloría Distrital es el problema más sonoro de la política en Cartagena. El jueves pasado, el Concejo apartó de su jefatura a Rafael Castillo Fortich y eligió a Gustavo Núñez como contralor en calidad de encargo.
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Ayer, con la salida voluntaria e irrevocable de Núñez, se esperaba la elección de un nuevo contralor encargado; no obstante, no sucedió en la sesión del Concejo, debido a que los concejales que votaron por él y otros, fueron recusados por la denuncia de un veedor por fraude procesal y prevaricato por acción.
Además, Gloria Estrada, presidenta del Concejo, indicó que Núñez no podía “renunciar a algo que nunca fue”, pues aseguró que nunca hubo un acto administrativo que oficializara el fin de Castillo Fortich en la Contraloría ni otro que legalizara la elección de Núñez Vivero. “Por lo que Rafael Castillo sigue siendo el contralor distrital de Cartagena”, subrayó la cabildante. (Lea: “Rafael Castillo sigue siendo el contralor distrital”: Gloria Estrada)
Por consiguiente, la concejala definió a la elección de Núñez como viciada e inválida. Sin embargo, el concejal Luder Ariza le aseguró a El Universal que los documentos de soporte sí existen. Uno de esos documentos es la Resolución No. 145 del 28 de julio del 2022, donde se da por terminado el encargo a Rafael Castillo Fortich como contralor (e) y se designa a Gustavo Núñez en ese cargo.
De acuerdo con el documento, firmado por una Mesa Directiva ad hoc, conformada por el concejal Luder Ariza como presidente; David Caballero Rodríguez, vicepresidente; y Luis Cassiani Valiente, segundo vicepresidente, la designación de Núñez Vivero como contralor (e) se hace por tres meses prorrogables o hasta que se surta el nombramiento en propiedad del contralor Distrital. (Lea: Desmienten lo dicho por Gloria Estrada sobre la Contraloría Distrital)
Solicitud al Concejo Distrital.
Además, los servidores públicos anunciaron un cese de actividades ante la crisis institucional que se vive en su entidad. Los huelguistas solicitaron una audiencia pública con el Concejo antes de que se escoja un nuevo contralor encargado.
La huelga
La asamblea permanente se traduce en lo siguiente: “Estamos preocupados por la situación de nuestra entidad que nos afecta en nuestra honra, solicitamos que se nos escuche y así tanto concejales como ciudadanía cartagenera conozcan la situación actual de la institución. Una entidad que se encuentra en déficit presupuestal de aproximadamente 1600 millones de pesos, causados por la mala gestión de los gastos de funcionamiento. Un hueco presupuestal que hoy nos tiene en crisis pues se adeudan los salarios y pagos de seguridad social de noviembre y diciembre de 2022”, denunciaron.
Los funcionarios de la Contraloría aprovecharon para instar al Concejo a elegir lo más pronto posible un contralor distrital en propiedad. “De esta manera se recuperaría la honra y dignidad institucional, ante la percepción negativa del ciudadano de nuestra entidad, algo que no nos compete ni es nuestra culpa. Por eso estaremos en asamblea permanente, en otros términos, en cese de actividades, hasta que se elija un contralor titular y se acabe la politiquería, los favores electorales y las OPS en la Contraloría para amigos de concejales que afectan a su presupuesto”, denunció Batista.
Y resaltó: “El control fiscal en la ciudad está en riesgo. Deben dejar de nombrar a contralores y asesores sin el perfil técnico que requieren esos cargos. Ya basta con manejar la entidad ‘al dedillo’. Esta no es una entidad política sino técnica, y son los compromisos políticos y la feria de puestos que afectan a la gestión fiscal. Además, cogen del presupuesto para el pago de esos salarios y honorarios de OPS, a satisfacción de los concejales, quienes eligen a los contralores encargados”.
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