Política


“No es un Petro 2”: Impactos en Colombia de la victoria de Lula en Brasil

El presidente de Colombia fue el primero en felicitar al recién electo; no obstante, tienen diferencias que trabarían un proyecto uniforme en la región.

“Viva Lula”. Ese fue el escueto pero simbólico tuit de Gustavo Petro felicitando a Luiz Inácio Lula da Silva mucho antes que concluyera el escrutinio. Su precipitada emoción la relacionaron muchos con el furor que el presidente colombiano siente al contar con un nuevo aliado continental. (Lea: Petro lanzará el lunes el plan contra el hambre en el Caribe)

Y es que el Palacio de Planalto es la sede de gobierno más poderosa de la región. Brasil es un país influyente a nivel mundial en lo demográfico, lo económico y hasta en lo cultural, pues en las dinámicas de nuestra sociedad influyen más las gambetas de Neymar que otros elementos, tal vez, más rígidos.

Sin embargo, Brasil —no lo llamen “país carioca” pues es una alusión netamente a los oriundos de Río de Janeiro— atraviesa una gran crisis económica. Los índices de pobreza, desempleo y déficit de vivienda digna están desbordados. Según analistas, es el resultado de cuatro años de Gobierno del derechista Jair Bolsonaro, un líder que hizo del unilateralismo una política de Estado, por lo que llevó al ostracismo, a la polarización y a la violencia a números nunca antes vistos en el país de la samba.

Lula, tercer asalto

Con más de 60 millones de votos (50.9%), Lula da Silva le ganó a Bolsonaro (49.1%) la Presidencia del Brasil. Será su tercera vez en ese cargo, luego de su periodo entre 2003 y 2006 y ser reelegido de 2007 a 2010; sin embargo, la cosa no terminó bien pues fue arrestado el 4 de marzo de 2016 por presunta corrupción en la empresa Petrobras y solo hasta el 3 de julio de 2019 fue declarado inocente por unanimidad, al comprobarse que fue incriminado.

Ahora, con su victoria electoral, Gustavo Petro gana un gran ladrillo para construir su anhelado bloque de unión latinoamericana junto al chileno Gabriel Boric y el mexicano Andrés Manuel López Obrador. Entendiendo que gran parte del concreto izquierdista ya está cimentado en Argentina, con Alberto Fernández; Venezuela, con Nicolás Maduro; en Nicaragua, con Daniel Ortega; en Perú, con Pedro Castillo y en Bolivia, con Luis Arce.

No obstante, en ese licuado hay grumos. Según expertos no se puede hablar de una sola vertiente de izquierda y los radicalismos están relegados a Caracas y a Managua. “Una izquierda cercana al centro socialdemocrático”, como la definió el internacionalista colombobrasilero, Angelo Flórez de Andrade, es la que imperará y es la que Lula, tras décadas de un activismo sindicalista y socialista, pretende seguir y macerar para bandear la gran polarización en su país.

“Por eso muchos llaman a estos nuevos gobiernos en la región como la marea rosa, ya que no es una marea roja pro Cuba o pro Venezuela”, describió Flórez.

Impacto en la Colombia de Petro

Para el politólogo Luis Trejos, la victoria de Lula impulsará la política interna y externa de Petro, debido a que piensan similar en temas como la preservación medioambiental y la defensa de la Amazonía ante la deforestación. “Además, comparten un enfoque no punitivo ni represivo de la lucha contra las drogas. De construirse un bloque regional, este será netamente de centroizquierda alejándose de los polos que representan algunos regímenes en la región. Sin lugar a dudas será un grupo que tomará una vocería mundial en el tema económico, pues las cinco economías más grandes (Brasil, Colombia, Argentina, Chile y México) lo conformarían, algo que nunca antes había pasado”, precisó el docente de la Universidad del Norte.

Por su parte, para el internacionalista de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo Jassir, con Lula se puede propiciar una relación fuerte con Brasil, de una vez por todas. “Históricamente hemos tenido frialdad entre ambos países. Nunca ha participado, así como sí lo hicieron España, Noruega, Cuba, México, entre otros, de los procesos de Paz en Colombia y en la humanización de un conflicto que atraviesa fronteras y llega a ese país también amazónico. Entonces, además del tema medioambiental y la descarbonización, considero que se profundizará la relación en temas económicos y comerciales”.

La integración no está tan clara

Jaramillo ve con escepticismo la integración regional por cuestiones ideológicas. “Lula es un político con mucha más trayectoria que Petro y tiene un estilo de Gobierno más de izquierda que la base política del actual Gobierno de Colombia. Por ello habrá diferencias a la hora de si deben primar más los trabajadores y sindicalistas sobre el empresario. Por otro lado, la transición energética está en el centro del discurso de Petro y para Lula no”, estableció el internacionalista.

Para Flórez de Andrade, tienen discursos económicos y políticos parecidos. “Yo sospecho que charlan a menudo desde hace años, pues se ha visto cómo Petro ha moderado sus posiciones en ciertos temas y ahora es un gobernante más abierto al diálogo y al consenso con partidos tradicionales como el Liberal y el Conservador. Eso pudo aprenderlo de Lula, un político que siempre ha sido pragmático”, dijo el académico.

Y resaltó: “Sin embargo, sí que tienen diferencias muy grandes. Por ejemplo, Lula es un católico ferviente que está en contra del aborto. El brasileño tampoco defiende de frente, como sí lo hace Petro, las causas LGBTIQ y feministas. Lula tampoco habla de la legalización de la droga”.
Petróleo y transición energética, gran diferencia

El presidente Gustavo Petro siempre ha recalcado que quiere reducir la dependencia del petróleo, acabando con su exploración y propiciando el uso de energías renovables; sin embargo, Lula tiene planes muy distintos.

En una entrevista a la revista Time, en medio de su campaña presidencial, consideró que era “irreal” la propuesta petrista. “Petro tiene derecho a proponer lo que quiera. Pero en el caso de Brasil, esto no es real. En el caso del mundo, no es real”, afirmó.

Aunque el mandatario señaló que sí le apostará a la transición energética, no consideró posible detener la exploración petrolera. “No, mientras no tengas energía alternativa, seguirás usando la energía que tienes”, estableció Lula. Según la revista Cambio, Lula Da Silva no solo ha manifestado su intención de continuar con la exploración y extracción de petróleo, también quiere ampliar la presencia estatal en la refinación.

Por consiguiente, ambos mandatarios tienen al petróleo como un punto de quiebre. Por su parte, en los últimos días ha habido cierta apertura a nuevos contratos para la exploración petrolera por parte de funcionarios del Gobierno nacional como el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y su director de Crédito Público, José Roberto Acosta. “La transición energética es muy importante, eso no quiere decir acabar con el petróleo y que debemos sustituir completamente el petróleo, eso va a tomar mucho tiempo”, dijo Saúl Kattan, presidente de Ecopetrol.

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