La selección de los dos nuevos curadores para Cartagena sigue ‘congelada’, igual que ocurre con estos procesos en todo el país.
En Cartagena hay dos plazas que posiblemente ocuparán Guillermo Mendoza y Leopoldo Villadiego, ya que solo estas dos personas pasaron la prueba de conocimiento que realizó la delegada para Curadores Urbanos de la Superintendencia de Notariado y Registro, en un concurso de méritos que hace en conjunto con el Departamento Administrativo de la Función Pública.
Se esperaba que a finales del mes pasado pasaran a la tercera y última fase del concurso, donde el alcalde William Dau y representantes de la Superintendencia de Notariado le harían una entrevista. Sin embargo, dado que fueron los dos únicos que pasaron la prueba de conocimiento, se entiende que este solo sería un paso de trámite. Así, Guillermo Mendoza repetiría cargo, ya que es el actual curador urbano número 2 de Cartagena.
Sin embargo, este proceso sigue detenido, pues hay que señalar que, recientemente, la superintendente (e) Goethny Fernanda García reconoció en una entrevista con Blu Radio que le puso un freno provisional, debido a las quejas por supuestas manipulaciones. Dijo que esto se está verificando y que lo que le interesa es que el proceso sea transparente. García le pidió la renuncia a Rafael Mendoza, quien había estado encargado del proceso de curadores desde la Superintendencia. Sin embargo, no aclaró por qué le pidió la renuncia a Mendoza.
Hay que recordar que desde varios sectores se viene pidiendo agilidad en el concurso de curadores. Por ejemplo, el 16 de febrero Camacol envió una carta a la superintendente, indicando que había que atender de manera urgente varias situaciones, como “demoras y dilaciones injustificadas en el concurso de méritos, independientemente de factores asociados a la pandemia.
En la misiva, que se envió antes que le pidieran la renuncia a Mendoza, a saber, también pidieron “dar continuidad a los procesos de selección de curadores, adelantando las entrevistas que se tenían previamente programadas, con el fin de que bajo el marco de la meritocracia se designen los profesionales con las mejores condiciones para ejercer la función pública encomendada.
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