Crece cada día el número de profesionales de la salud contagiados con COVID-19. De acuerdo con los datos suministrados por la Alcaldía de Montería, son 94 profesionales de la salud los que han resultado infectados en la capital monteriana.
El mayor número de estos casos se registra en el hospital San Jerónimo de Montería, donde se reportan 32 casos. Según un informe preliminar de la Secretaría de Salud, se han venido presentando fallas para la prevención y atención de la pandemia COVID-19, además, de la protección del personal médico, pacientes y comunidad general.
“La ESE no se encuentra adherida a los lineamientos del gobierno nacional, existiendo un presunto incumplimiento a los protocolos de bioseguridad y en general de todas las medidas sanitarias para la mitigación del virus, esto se evidencia en las actas suscritas por el comité designado para la emergencia”, dice el informe hecho por la cartera municipal.
La auditoría, que contó con el acompañamiento de la Procuraduría, determinó que las áreas donde se encontraron las falencias son los puntos de accesos, servicio de almacén y entrega de elementos de protección del personal, consulta externa, urgencias, hospitalización (área Covid-19 y no Covid-19), sala de parto, cirugía y Unidad de Cuidados Intensivos.
El mismo señala que la ARL Positiva solo ha hecho dos entregas parciales al personal médico, la cual consiste en un delantal antifluido reutilizable para dos personas, lo cual no es adecuado porque el hospital no cuenta con área de lavandería, y tapabocas quirúrgicos para turnos de 6 a 8 horas.
Con relación a las vías de acceso, se evidenció que el Hospital San Jerónimo no cuenta con zonas desmarcadas para el distanciamiento social, no hay termómetros infrarrojos en las entradas para toma de temperatura de los visitantes, personal y pacientes y tampoco publicidad sobre las buenas practicas de la prevención del COVID-19, como uso obligatorio del tapabocas, lavado de manos cada dos horas y distancia de dos metros de cada persona.
Se refirieron además al área de pacientes COVID-19, ubicada en la antigua urgencia pediátricas, señalando que el espacio no está debidamente señalizado, ni cuenta con ruta establecida para COVID-19, que no permita el uso de elementos entre el personal médico y pacientes. En total, son seis habitaciones dentro de esta área las cuales no cuentan con unidad sanitaria independiente, solo existe un baño para todos los pacientes probables, sospechosos y positivos de Covid-19.
También existe solo una unidad sanitaria para enfermeros y médicos, donde ambos se cambian antes de ingresar a la sala y no hay buena trazabilidad en la entrega de elementos de protección personal.
Miedo a denunciar
En el informe de auditoría, los investigadores señalan que al personal médico del hospital San Jerónimo le da miedo denunciar las fallas que se han registrado, pues temen perder sus empleos. Sin embargo, insistieron en que hay quejas constantes de los miembros del comité por falta de condiciones de bioseguridad para las personas que ingresan a la ESE.
“Es una constante en las actas leer la falta de un sistema de aspersión, registro de ingreso, espejo de hipoclorito, alcohol, alcohol glicerinado, jabón, toallas, lavamanos, termómetros infrarrojos, falta de acondicionamiento de los baños externos, y la problemática de contar con un solo baño en UCI, etc. En cuanto a los espejos de hipoclorito en acta del 4 de junio manifiestan que a pesar de contar con ellos, estos son ineficaces pues fueron ubicados en la parte externa de la entrada y los espejos se secaban y no eran llenados nuevamente con hipoclorito; en la misma acta manifiestan que aún no cuentan con lavamanos con jabón, toallas a la entrada, termómetros infrarrojos y mucho menos con registro de ingresos”, señala el informe.
También dicen que fueron constantes las quejas refiriéndose al personal de servicios generales, pues no contaban con los elementos de protección adecuados y suficientes. “La dotación que les brinda el contratista consiste solamente en un delantal antifluido reutilizable para dos personas, lo cual no es adecuado pues la E.S.E no cuenta con área de lavandería y tapabocas quirúrgicos para turno de 6 a 8 horas cuestión también inadecuada debido a que dichas mascarillas tienen una vida útil de tan sólo dos horas; además de ello se expresaba el miedo que sienten de quejarse ante la empresa contratista pues les hicieron saber que de hacerlo podrían perder sus empleos”.
Interventor culpó a los médicos
El gerente interventor del Hospital San Jerónimo de Montería, responsabilizó a los mismos médicos del centro asistencial de haberse contagiado con COVID-19, pues señalan que no cumplen con los cuidados necesarios para evitar la propagación del virus.
“No hemos escatimado esfuerzos, los hemos capacitado, pero los médicos y las enfermeras no se cuidan, almuerzan juntos, comparten comida, no guardan distanciamiento social y no se lavan las manos”, indicó el delegado de la Superintendencia Nacional de Salud.
Dijo así mismo, que hay varios profesionales que trabajan también en otras clínicas y que es muy difícil saber en qué parte se contagiaron. “Debo reconocer que las cosas han mejorado por los casos que se han presentado. “Encontramos dos bodegas de hospitalización con los elementos de bioprotección guardados, pese a que se los habíamos dado para su uso”, reiteró.
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