El Heraldo, uno de los periódicos con mayor prestigio en la costa Caribe colombiana, se quedó de un momento a otro sin diez de sus periodistas debido al despido de siete de ellos y a la renuncia voluntaria de otros tres en solidaridad con sus compañeros.
La noticia ha corrido como pólvora en el gremio y en las redes sociales se precisan algunas versiones de rechazo, asombro y apoyo a los comunicadores, en especial porque entre los desvinculados de la nómina hay empleados con varios años de experiencia y un reconocimiento ganado como “buenos” periodistas.
El despido ocurrió ayer. José Granados, editor de fin de semana, y sobre quien pesa una amenaza contra su vida por una noticia publicada; Germán Corcho, editor Judicial; Jimy Cuadros, editor del diario popular Al Día; Eloy Barandalla, del área de Deportes de Al Día; Cristian Mercado, reportero gráfico; Diego Forero, Redactor local; y Laura Pulido, de Tendencias; recibieron una carta de despido por restructuración laboral.
En reacción a lo sucedido Jorge Cantillo, redactor político; William Cano, redactor local y Sara Hernández, redactora de Revistas; renunciaron en apoyo a sus colegas.
El Universal dialogó con uno de los periodistas despedidos y este bajo reserva de su identidad explicó: “No puedo dar declaraciones oficiales por recomendaciones legales de mi abogado”. Sin embargo, a groso modo, confirmó algunas de las versiones que circulan en las redes sociales.
Según el medio digital La Chachará, los periodistas despedidos lideraban el reclamo del pago de una segunda cena que el medio de comunicación había pactado hace varios años con los periodistas cuando estos tuvieran más de 12 horas de trabajo continuo. Según explica el portal, este dinero sumaba al mes un promedio de $233.000 por lo que al quitarla los comunicadores sintieron un recorte en su salario.
La versión del medio de comunicación es distinta. Marcos Schwartz, director de El Heraldo, explicó que los despidos son dolorosos, pero que estos obedecieron a una auditoría de productividad que realizó el medio para buscar estrategias de sobrevivir a la crisis económica que golpea a los medios de comunicación en el mundo.
“No se trata de que los periodistas despedidos no produzcan. No me atrevería a decir esto. La plancha de periodistas de El Heraldo se incrementó en los últimos años de 64 a por lo menos 140; estamos hablando de que la empresa está buscando formas de ahorro frente a la crisis y es probable que haya una reducción de personal en todos los niveles de la empresa. Los despidos son dolorosos, pero han sido mínimos en comparación con el número de empleos en el que también ha crecido la empresa recientemente”, comentó Schwartz.
OPINIONES DESDE LA ACADEMIA
El despido de los periodistas de El Heraldo ha originado un debate en torno a la crisis económica que están atravesando los medios de comunicación en Colombia, nada ajeno al resto del mundo.
Adolfo Baltar, director del programa de Comunicaciones de la Universidad Tecnológica de Bolívar, manifestó que el despido de siete periodistas es un hecho dramático desde todo punto de vista de la profesión, debido a que históricamente los comunicadores han tenido unas condiciones laborales precarias. “Muchas horas de trabajo, muchas exigencias y poca compensación”, expresó Baltar.
Por su parte, Anuar Saad, director del programa de Comunicación Social de la Autónoma del Caribe y quien trabajara por algunos años como jefe de redacción en El Heraldo, manifestó su preocupación por la situación.
“Un despido de ese talante en cualquier empresa, no solo de comunicación, es preocupante. En este caso lo es más porque se trata de periodistas valiosos para el medio, algunos hasta laureados y otros graduados más recientemente, pero que destellan como excelentes comunicadores. No sabemos si el medio está abocado a una crisis financiera, pero en todo caso es un hecho que deja un halo de incertidumbre en el gremio”, comentó Saad.
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