Según el Ministerio de Salud, a Bolívar se le asignaron 160.021 dosis para inmunizar a su población priorizada frente al COVID-19; 141.944 de ellas ya habían sido entregadas al departamento por el Gobierno nacional hasta el 4 de mayo, así como 112.603 ya habían sido aplicadas, es decir, el 79,3%.
Si discriminamos entre los grupos priorizados, el proceso va así:
¿Y el personal de la salud?
Los que vacunan a mejor ritmo:
¿Qué pasa con los municipios más grandes?
A El Carmen de Bolívar le asignaron 12.694 dosis, había aplicado 10.389, y, si bien no está entre los primeros lugares de la tabla, inmuniza a su población a buen ritmo: solo el 2 de mayo aplicó 1.005 vacunas; San Juan Nepomuceno tiene 8.033 dosis asignadas y ha aplicado 6.651, lo que lo mantiene en números verdes, caso contrario ocurre con municipios como Magangué, Turbaco y Mompox, que tienen sus números en rojo.
En Mompox se han aplicado 5.465 de las 7.084 dosis asignadas; para Magangué se destinaron 21.318 dosis, de las cuales solo se habían aplicado 15.316, y en Turbaco se habían aplicado 7.956 dosis de las 10.921 asignadas.
Al respecto, el alcalde de Mompox dijo en una entrevista con El Universal que las demoras obedecen a las difíciles condiciones geográficas del municipio, pues de sus 24 corregimientos solo seis están cerca de la cabecera municipal, gracias a la carretera pavimentada. Tanto en Mompox como en Magangué atribuyen las demoras a una supuesta resistencia de las personas frente a la vacuna de AstraZeneca, luego de conocerse que los trombos pueden ser un efecto secundario “muy raro” (según la Agencia Europea de Medicamentos). (Lea aquí: Piden más celeridad a municipios en vacunación)
Frente a la de AstraZeneca hay que destacar que las principales y más estrictas agencias reguladoras han asegurado que el beneficio de la vacuna supera ampliamente cualquier riesgo de efecto secundario, sobre todo en personas mayores, así que recomiendan su uso.
En otras palabras: es más probable infectarse de COVID-19 en este punto de la pandemia y, eventualmente, agravarse, que padecer un trombo tras vacunarse contra este virus.
Sobre las dificultades
Willy Simancas, gerente COVID-19 en Bolívar, explicó: “Muy pocos usuarios son los que han podido manifestar su posición negativa ante las vacunas; algunos lo han hecho por situaciones de carácter religioso y otros por temor, pero en todos los municipios ha habido una gran receptividad a la aplicación de las vacunas y de ahí el dinamismo que llevamos”, sin embargo aseguró que sí ha habido dificultades en el proceso y están relacionadas con: la demora del Gobierno nacional en entregar biológicos para aplicar las segundas dosis -esto, debido a retrasos de proveedores por la gran demanda mundial de vacunas contra el COVID-, así como la geografía del departamento, que puede hacer difícil llegar a ciertos corregimientos, y dificultades del orden público. “En términos generales, hemos podido sortear las dificultades y avanzar”, concluyó. (Le puede interesar: En Clemencia luchan contra el contagio del COVID-19
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