Los habitantes del corregimiento de Cañaveral, en Turbaco, amanecieron ayer molestos no solo con los delincuentes que se metieron a institución educativa de la población a desvalijar el comedor escolar, sino también con las autoridades por no hacer algo para combatir ese flagelo, que los ha azotado varias veces. El hecho más reciente ocurrió entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, cuando desconocidos ingresaron al colegio municipal, el cual no cuenta con servicio de vigilancia, y hurtaron utensilios de la cocina como calderos, una licuadora, cables de los aires acondicionados, una olla a presión y hasta el pesado enfriador.
(Lea también: Niegan solicitud de libertad a dos de los hermanos Quiroz)
Ayer, cuando las directivas del plantel educativo, las manipuladoras y cocineras llegaron para la vuelta a clases, se encontraron con la desagradable sorpresa, por lo que tuvo que suspenderse la jornada escolar.
“Esta es la segunda vez en menos de 10 meses que se meten a robar al colegio. El año pasado se llevaron un televisor y un video beam. Esto es una vergüenza, no respetan ni la comida de los niños”, señaló María Montalván, líder comunitaria de Cañaveral.
Le puede interesar: Fuerte vendaval afectó más de 20 casas y al CDI en Marialabaja
A raíz del infortunado suceso, unas 60 personas entre adultos y niños salieron a las calles del corregimiento a marchar para exigirle a la Alcaldía de Turbaco y a la Gobernación de Bolívar más acompañamiento, pues los afectados dicen sentirse abandonados. Ayer en la tarde, este medio se comunicó varias veces por vía telefónica con la secretaria de Educación departamental, Luz Patricia Guerra, pero esta no contestó las llamadas ni tampoco las devolvió.
Comentarios ()