La falta de oportunidades para estudiar y trabajar están llevando a algunos jóvenes a tomar decisiones equivocadas, lo que impulsó a la oficina de la Juventud en el municipio de Córdoba, en Bolívar, a crear alternativas que les permitan cambiar los estilos de vida que han adoptado.
Es así como comenzaron a llevar a la zona rural, junto a la oficina de Gestión Social, propuestas a los jóvenes que les faciliten generar espacios para alejarse de decisiones negativas.
Shirly Becerra, coordinadora de la oficina de la Juventud, señaló que están desarrollando un esquema de trabajo para atender varias de las necesidades que afectan a los adolescentes tanto en zona rural como urbana. Actualmente están dictando unas charlas para quienes tienen problemas con el consumo de sustancias psicoactivas, lo que ha logrado en ellos cambios sustanciales.
La coordinadora también resaltó el trabajo que está haciendo un grupo de niñas que tiene cierto tipo de adicciones, las cuales desarrollan trabajos en unidades productivas. Actualmente tienen 140 jóvenes que aprenden bisutería, cosmetología e ingeniería de sistemas, lo que les ha permitido tener mecanismos de trabajo.
“Para nosotros es motivador ver cómo los chicos se interesan por aprender, por adquirir herramientas que les ayuden a mejorar sus condiciones”, sostuvo Becerra.
“Nosotros tenemos un gran problema con algunos jóvenes en el municipio que han decidido irse por el consumo de drogas y los estamos motivando para que se vinculen a cada uno de los procesos”, indicó también la funcionaria.
Becerra dijo que actualmente crearon una unidad productiva de belleza, donde varias mujeres trabajan para devengar su sustento.
Daniela Durán, gestora social municipal, dijo que luego de analizar la situación real en la que se desenvuelven los menores, decidieron apoyar a la oficina de la Juventud para ayudarlos a encontrar los medios que les permitan un crecimiento profesional y personal.
“Si empoderamos a los jóvenes y les mostramos todo lo bueno que ellos pueden hacer, vamos a lograr que se desarrollen liderazgos dentro de procesos que les ayuden y les permitan ayudar a otros”, agregó.
José Alberto Ballestas, es uno de los beneficiarios de la oficina de la Juventud, quien precisó que antes su vida no tenía sentido y lo único en lo que pensaba era en consumir drogas.
“Yo recibí apoyo psicológico, lo que me motivo a servirle a los demás como un ejemplo de superación”, añadió.
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