Los celadores que trabajan en los distintos colegios de Montería y no ganaron el concurso de méritos tendrán que ser despedidos para darle el cargo a los que cumplieron los requisitos de ley.
Así lo indicó el alcalde Carlos Ordosgoitia Sanín, quien se reunió con representantes del Sindicato de Celadores de la secretaría de Educación y escuchó sus solicitudes.
Aseguró que la Comisión Nacional del Servicio Civil hizo un requerimiento para que el municipio haga los nombramientos de las listas de elegibles. “Quiero que sepan que las vías de hecho no son contemplativas en nuestra administración y en este caso no son necesarias porque siempre hemos estado abiertos a escucharlos para buscar soluciones”, reiteró.
Por su parte, el presidente del sindicato, Rafael Arroyo, manifestó que no están en contra de lo que dice la Comisión Nacional del Servicio Civil, ni del concurso porque saben que es ley, pero insisten en que les deben dar garantías para no quedar desamparados, razón por la cual están adelantando procesos judiciales.
Reciba noticias de El Universal desde Google News Ante esa situación, Ordosgoitia manifestó que son los jueces los encargados de darles la razón o no a sus peticiones. “De ser favorables los fallos para ustedes, los acataremos, de lo contrario no tenemos ninguna herramienta jurídica para mantenerlos en los puestos que ocupan en provisionalidad”, precisó.
A su turno, Dinectry Aranda, abogado de las personas que perdieron el concurso, manifestó que la demanda en este momento se encuentra en trámite y afirmó que le ha explicado a sus representados que no son discutibles las exigencias de la Comisión Nacional del Servicio Civil, y que no hay una orden judicial que suspenda el concurso.
Solicitó al municipio que genere una estabilidad laboral reforzada para estas personas, pues llevan muchos años ejerciendo sus funciones y ahora quedarán desempleados, pero el alcalde insiste en que ellos se sometieron a un concurso de méritos en el que fueron vencidos y que la responsabilidad de la administración es acatarlo, porque de lo contrario pueden ser sancionados.
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