El rosario de críticas hechas por el presidente Gustavo Petro durante su reciente visita a Córdoba fue bastante largo. "Córdoba es el departamento de las vacas gordas y de los niños flacos", fue una de las tantas sátiras lanzadas en la zona rural de Montería.
Se refería a que la concentración de tierras en unos pocos, ha sido usada como muestra de poder, aduciendo que es hora que los pobres pongan a producir la tierra, para que mejoren sus condiciones de vida, pues hasta el momento hay grandes cantidades de terreno dedicados a la ganadería extensiva. Sugiero leer: Petro le pidió a testaferros de Mancuso que devuelvan sus tierras
Pidió a las entidades encargadas, que sean más ágiles en los procesos de restitución y que se ejerza mayor control con los bienes que están manejados por los distintos organismos, pues en el caso de la hacienda Támesis, de propiedad de la familia Castaño Gil, esta seguía siendo un motor de la economía al servicio del narcotráfico.
Afirmó que ese bien, que está bajo el dominio del Estado, se arrendaba como un centro de eventos, pero sirvió para garantizar la articulación de los dineros del narcotráfico. "El Gobierno tiene la trazabilidad de todos los movimientos financieros que se hicieron desde esa hacienda cuando fue arrendada", precisó, preguntando además qué relación hay entre la sociedad colombiana, el narcotráfico y los antiguos dueños de la hacienda. Sugiero leer: "Están volviendo a Córdoba en una carnicería: presidente Petro
Dijo que la venta y compra de ganado que se hacía desde la hacienda Támesis, era la misma que se hacía cuando el poseedor, anterior al Estado, poseía la hacienda.
El mandatario nacional también le puso la lupa a una denuncia hecha por la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, Anuc, en el sentido de que en el departamento estarían "embolatadas" cerca de 12 mil hectáreas que fueron entregadas a la Sociedad de Activos Especiales.
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