Los habitantes de Los Garzones, zona rural de Montería, aún no creen que Bladimir José Rojas Arizal haya sido capaz de asesinar y desmembrar a su esposa, la estilista María Angélica Vergara, con quien tenía tres hijos.
"Ellos parecían muy enamorados. Se sentaban juntos en la terraza de la casa, ella incluso sobre sus piernas y siempre los vimos como una pareja de enamorados", indicó una vecina, quien los conocía desde hace cinco años, cuando llegaron a vivir al lugar. Sugiero leer: ¿Qué pasó con María Angélica? Estilista había sido víctima de maltrato
Ella era de Caquetá y trabajó en una peluquería en el Centro Comercial Alamedas, uno de los más grandes de la capital cordobesa. Sin embargo, el jueves fue el último día que asistió al trabajo.
El día viernes 28 de octubre, la dueña de la peluquería, mostró su extrañeza porque María Angélica no había llegado a trabajar. La llamó por teléfono en varias oportunidades y se iba a un buzón, razón por la cual pasó por su residencia para averiguar lo que había pasado. Sugiero leer: Hallan cabeza de mujer: ¿Qué se sabe del atroz crimen de una estilista?
Se encontró con la noticia de que ella había salido para el trabajo, pero que nunca había llegado. Esa fue la versión que el militar jubilado había entregado, para evadir cualquier tipo de sospecha, pero para entonces, ya la habría asesinado.
"Ella llegó un día muy golpeada, con un ojo tuerto y el brazo roto de la paliza que él le dio. Ella lo denunció, pero luego se retractó y siguieron juntos", narró la madre de la víctima. Sugiero leer: ¡Macabro! Encuentran en el río la cabeza de estilista desaparecida
Al llegar a esa casa encontró en el patio encontró un fuerte olor a hipoclorito y unas botas pantaneras llenas de barro y monte, que están en poder de las autoridades.
Hasta el momento se ha indicado que el militar pensionado se habría cortado los brazos y los desapareció, para que no tomaran las huellas digitales. Como se recordará, la cabeza de la estilista fue hallada flotando en el río Sinú, a la altura del municipio de San Pelayo.
La pareja tenía tres hijos, uno de 18 años, una de 16 años y un menor de 7 años, quien estaría dormido en la casa en el momento en el que ocurrieron los hechos, pues su hermano estaban viajando en el marco de un certamen deportivo.
Comentarios ()