El crimen del líder social y sindical Robert Jaraba Arroyo, operario de Cerro Matoso en Montelíbano, sur de Córdoba, pudo tener su origen en un proceso de reclamación de tierras que venía liderando en el vecino departamento de Antioquia.
Esa es una de las primeras hipótesis a la que le apuntan las autoridades, luego de investigar el crimen que ocurrió el pasado lunes en la noche, en un establecimiento público, en el municipio de Caucasia, Antioquia.
La Unidad de Restitución de Tierras se pronunció en torno al hecho y solicitó a los organismos judiciales una pronta y eficaz investigación del homicidio de Jaraba, quien había solicitado ingresar al Registro de Tierras Despojadas y Abandonadas Forzosamente por un caso ocurrido en 1998 en el municipio de Cáceres, Antioquia.
Voceros de la entidad explicaron que actualmente esta solicitud se encuentra en estudio formal por parte de la Unidad de Restitución de Tierras, sede Caucasia, de la Dirección Territorial Córdoba y Sucre.
Manifestaron su solidaridad con la familia Jaraba Arroyo y reafirmaron su compromiso para continuar avanzando en la políticia pública de restitución de tierras en todo el país.
Cerro Matoso se pronunció
La empresa Cerro Matoso, explotadora de níquel en Córdoba, lamentó el hecho violento en el que fue asesinado Jaraba Arroyo, quien se desempeñaba como operario de la explotadora de níquel.
"La compañía lamenta profundamente lo sucedido y expresa su total solidaridad con su familia y amigos. Así mismo, rechazamos toda forma de violencia que atente contra la integridad de las personas", señala un comunicado de la empresa.
Indicaron además que están comprometidos con la construcción de paz en el marco del postconflicto y que promueven el respeto por los derechos humanos.
De otro lado, se estableció que Jaraba actualmente no era miembro del sindicato de trabajadores de Cerro Matoso y que hasta enero de este año fue vicepresidente de Sintramineros, sindicatos de los trabajadores de Cerro Matoso, en Montelíbano, Córdoba.
Luego de su renuncia como líder sindical continúo con su trabajo como operador de maquinaria pesada, pero seguía apoyando acciones sociales y entre ellas la reclamación de tierras.
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