En la Comisaría de Familia de Montería se han formulado 685 denuncias de violencia intrafamiliar en lo que va corrido del primer semestre del presente año, cifra que equivale a 238 más que en el mismo período del año anterior, en donde se reportaron 447 casos.
Este aumento se ha dado debido al confinamiento producido por el aislamiento preventivo obligatorio en atención al COVID-19, según indicaron las autoridades municipales, razón por la cual iniciaron un proceso de fortalecimiento en alianza con la estrategia Ni a mí , ni a ninguna, que busca la eliminación de las violencias contra las mujeres.
“El confinamiento avivó la tensión y el estrés debido a las preocupaciones por la seguridad, la salud y la economía de los hogares y potenció la vulnerabilidad de las mujeres que tienen compañeros violentos. Por esto surge la necesidad de redoblar y aunar esfuerzos para la protección de las mujeres y niñas monterianas. Esta alianza, donde confluimos empresa privada, academia, medios de comunicación, cooperación internacional y organizaciones de la sociedad civil, trabaja permanentemente para la erradicación de las violencias contra las mujeres y por eso estamos apoyando a la Alcaldía Montería, que es uno de los aliados y es la llamada a protegerlas”, aseguró Darys Garnautt, vocera de la alianza y lideresa del Cabildo Indígena Zenú María Solipá.
El acompañamiento técnico está dirigido a la Comisaría de Familia y busca fortalecer la atención tanto a víctimas como agresores, desde una perspectiva psicosocial. La estrategia está enfocada en dos acciones. La primera de ellas es la vinculación, por cuatro meses, de cinco estudiantes de último semestre de Psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana, seccional Montería, quienes atenderán casos de violencia intrafamiliar y violencia basada en género, apoyando el proceso de atención psicosocial del equipo de la Comisaría de Familia y aportando a la atención oportuna y profesional de las familias monterianas.
Se indicó que las estudiantes, próximas para graduarse, tienen como meta apoyar temas como resolución de conflictos, comunicación asertiva en el entorno familiar, pautas para superar el dolor que ocasiona la violencia intrafamiliar, que van dirigidas tanto a la víctima como al agresor para la garantía de la no repetición de esas conductas.
“Nuestras practicantes han asumido la labor con toda la responsabilidad y compromiso que ello implica, se está haciendo el acompañamiento a su trabajo y se empiezan a ver en los asistentes respuestas positivas como lo son la asistencia cumplida a sus citas virtuales, la aplicación de actividades que se les propone para dar continuidad a la intervención y manifiestan gratitud por el espacio, así como una sensación de bienestar por el apoyo recibido”, indicó Ilse Villamil Benítez, decana de la Escuela de Ciencias Sociales de la UPB.
Así mismo se estableció que se brindará asistencia técnica a todo el equipo de la Comisaría de Familia para fortalecer las capacidades del equipo en temas de enfoque diferencial y de género, violencia basada en género. Ya se hicieron los primeros talleres sobre derechos sexuales y reproductivos, las recomendaciones técnicas para la atención con enfoque de género y el protocolo de atención virtual para atención psicosocial, violencia de género y suicidio, los cuales fueron liderados por la Defensoría del Pueblo, Profamilia, Heartland International Alliance y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
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