Un cuarto de 3 metros cuadrados por 2, cuyas paredes están carcomidas por la humedad, retorcidas y a punto de irse al piso, es lo único que queda de la casa de José Joaquín Castro Puerta, conocido como el Pisi y quien por 16 años trabajó en la Alcaldía Municipal de Arjona. (Lea: La inspiradora historia de superación de un albañil en Cartagena)
El Pisi hoy no tiene forma de conseguir plata para arreglar su vivienda en la calle Juncal, donde sufrió el embate de un aguacero el 14 de junio de este año. (También le puede interesar: La historia del locutor amenazado por no educar para la guerrilla)
Ese día, según relata, siendo las 2 de la mañana sintió un estropicio fuerte y se levantó corriendo porque a la estructura se le desprendían las vigas de concreto. Las varillas se retorcieron y gran parte de la vivienda se desplomó. Ese día el Pisi se salvó de morir. Este cuenta que el resto de la madrugada se quedó en la terraza de una vecina esperando a que escampara y más tarde, con ayuda de amigos, logró rescatar algunos de sus enseres en medio de los escombros.
“Gracias a Dios el cuarto donde yo estaba durmiendo no sufrió el jalón de las varillas cuando iba cediendo la estructura. Ahora tengo miedo de que con las lluvias que están cayendo por estos días se debiliten los muros y me vayan a caer mientras duermo. Desde que ocurrió el desplome no he podido dormir bien, no he dejado de pedir ayuda a la gente que puede hacerlo, entre ellos a la Oficina de Gestión del Riesgo del municipio.
Hace un mes vinieron dos funcionarios de la Secretaría de Planeación a inspeccionar la vivienda, tomaron algunas medidas, pero no he recibido respuestas”, manifestó.
El Pisi tiene 63 años y dos hijos. Le pusieron ese apodo por su apariencia delgada y baja, similar a un pisingo (una especie de pato). Dice que uno de sus hijos trabaja en Cartagena y desconoce el paradero del otro.
Se desempeñó por muchos años en el área de servicios generales de la Alcaldía de Arjona, ocupando cargos como el de auxiliar de la Inspección de Policía. Entre sus funciones estaba realizar las labores de inspección técnica de los cadáveres de personas que eran asesinadas o que sufrían otros hechos trágicos; sin embargo, cuando la labor empezó a ser realizada por la misma Policía, pasó a ser mensajero.
“Yo debería estar pensionado, porque los abogados con los que he consultado han coincidido en afirmar que el municipio debe resolverme el problema. Según ellos, desde que pasan los seis meses de actividad consecutiva debían dejarme en propiedad y cancelar los aportes de pensión, pero eso nunca se hizo y ahora yo estoy sin trabajo y con la casa en el suelo”, dice el Pisi.
Aparte de su trabajo en la Alcaldía, el Pisi también se ganó la vida como auxiliar de servicios para varios grupos musicales. “Yo estuve por más de 15 años trabajando con cantantes, entre ellos Lidio García; una vez con Patricia Teherán, Farid Leonardo Ortiz y Luisk De León (...). Mi función era subir y bajar los instrumentos, tales como acordeones, micrófonos, cajas y cables. Ellos me pagaban por el servicio prestado. Yo he llamado en varias ocasiones a uno de estos artistas para pedir que me ayude con la casa, pero no me dan razón”, manifestó.
El Pisi hoy clama por la solidaridad de todos para poder reconstruir su casa, antes de que las paredes se desplomen y lo sepulten en su propio hogar.
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