En el departamento de Córdoba se adelanta un proceso para la exhumación de los cadáveres de las víctimas de los paramilitares en esta sección del país. Dicha actividad se había suspendido por falta de garantías de seguridad, según denunció la comisión forense enviada en el marco del proceso de justicia y paz.
La exhumación se adelanta en las veredas Río Nuevo, Guasimal, Villanueva, Volador y Matamoros, pertenecientes a los municipios de Tierralta, Valencia y Montería, los dos primeros con la situación de orden público más delicada.
La comisión tiene como objetivo encontrar los restos de las víctimas de las autodefensas y para ello el exparamilitar Jesús Ignacio Roldán, más conocido como Mono Leche, será el encargado de mostrar el sitio donde están ubicadas las fosas con los restos de las personas que fueron asesinadas por el grupo al margen de la ley.
El proceso había generado inconformismo por parte de Roldán, quien en una carta enviada a la juez de ejecución de penas, Luz Marina Zamora Buitrago, le indicaba que habían sido suspendidas por falta de acompañamiento de la fuerza pública y que el mismo fiscal Miguel Durango Villadiego, encargado de la diligencia, había realizado la gestión pertinente para coordinar la seguridad ante la Policía Nacional, pero el comandante de la institución se había negado señalando que era imposible entrar al área por el denominado plan pistola.
Comandante lo niega
El comandante de Policía de Córdoba, coronel Marcelo Russi, indicó que no es cierto que la fuerza pública se haya negado a acompañar a la comisión para adelantar el proceso de exhumación, pero advirtió que ello tenía que hacerse con todo el rigor.
Insistió en que primero se necesitaba un estudio del área, especialmente porque Córdoba vive un momento delicado en materia de orden público y ese tipo de acciones no se pueden adelantar sin la correspondiente planificación y control absoluto para garantizar que los miembros de la comisión y la misma fuerza pública no sufran ningún tipo de atentado.
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