Como estaba programado, en la mañana de este viernes se llevó a cabo la recuperación del espacio público de las calles 20 y 23 de Sincelejo. Al mismo tiempo, se dio inicio de manera pacifica a la reubicación de los vendedores estacionarios que se hallaban en el sector desde hacía más de tres décadas.
Transitoriamente, los vendedores serán ubicados en la Calle Ford, pues dado el largo tiempo en el lugar, adquirieron unos derechos que no pueden ser vulnerados.
Así lo expresó Lizeth Garrido, Inspectora de Policía Central de Sincelejo, quien indicó que a estos comerciantes se les garantizará el mínimo vital, en acatamiento a la Sentencia C391 de 2014.
“Los vendedores asistieron a reuniones previas en las que se les explicaron las razones de la decisión tomada en defensa al interés colectivo y el proceso de desalojo y reubicación”, expresó la funcionaria.
Según Garrido, los comerciantes tenían invadido los andenes de estas calles y los peatones debían transitar por la calle poniendo en peligro su integridad física, por lo que se resolvió su reubicación.
La recuperación del espacio público estuvo acompañada por agentes de la Policía Nacional y se desarrolló sin alteraciones, pese a que los comerciantes tuvieron hasta el 5 de mayo pasado para desalojar.
Sin embargo, varios de los vendedores estacionarios reubicados no están de acuerdo con la medida tomada por la Administración municipal que lidera el alcalde Jacobo Quessep.
Uno de estos es el zapatero Julio Enrique Hernández Arroyo, quien afirma que le darán uno metro cuadrado para trabajar y afirma que en ese espacio le será imposible hacerlo.
“El sitio en donde nos quieren ubicar ahora es muy inseguro, por allí pasa un arroyo y es muy apartado para nuestros clientes”, explicó preocupado el zapatero de 22 años de experiencia.
La Administración municipal aun no tiene establecido cual será el sitio para la reubicación definitiva de estos vendedores estacionarios que derivan de su actividad informal el sustento para sus familias.
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