Un nuevo arrecife artificial construido con artefactos navales en desuso fue sembrado hoy en las aguas del golfo de Morrosquillo, en el marco de la tercera fase del programa Diáspora que desarrollan las empresas Ecopetrol, Ocensa, Cenit, Oleoducto Bicentenerario y Oleductos de Colombia.
Esta fase contempla la construcción y el fondeo de 50 arrecifes artificiales en el golfo de Morrosquillo, que se suman a los sembrados ya frente a las costas de los municipios de Tolú, Coveñas y San Antero (Córdoba).
Desde el mes de diciembre y en lo que va de enero, han sido hundidas las antiguas monoboyas TLU1 y TLU3 y sus respectivas barcazas de alivio, y el pontón golfo de Morrosquillo, que eran utilizados en el Terminal Marítimo de Ecopetrol en Coveñas.
El programa Diáspora busca la recuperación de la biodiversidad y la productividad del golfo de Morrosquillo, mediante la construcción y siembra de arrecifes artificiales en el lecho marino y la recuperación de los manglares.
Fernando Delgado, profesional del Terminal Marítmo de Coveñas, informó que el programa Diáspora que hace parte de la Estrategia Golfo de Morrosquillo, ha permitido el crecimiento de la dioversidad, en donde actualmente hay 380 especies inventariadas en los monitoreos, de las cuales 180 son peces y el resto son moluscos y crustáceos.
“Tenemos 9 especies de peces en peligro de extinción que hacen parte de los arrecifes Diásporas, entre estos, el Mero, Bagres, Burel, entre otras”, explicó el funcionario.
Antes de hundir los artefactos navales en desuso, estos fueron inspeccionados por la Corporación Autónoma Regional de Sucre (Carsucre), y autorizados por la Capitanía de Puerto (DIMAR), organismos que avalaron su conversión a arrecifes artificiales.
Por su parte, Leobardo Estrada, presidente de la Corporación de Pescadores del Golfo de Morrosquillo (Corpagolfo), manifestó que los arrecifes artificiales los favorece porque han podido aumentar la producción, beneficiando a los pescadores artesanales del golfo de Morrosquillo en general.
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