Luego de llegar a tener hasta diez clientes a la semana, el entrenador de boxeo Daniel Alviz Rodríguez, de manera repentina se quedó sin discípulos por culpa de la emergencia sanitaria mundial de COVID-19.
Al mismo tiempo, el reconocido instructor dejó de percibir de la noche a la mañana recursos para el sustento de su familia. Este fue un potente gancho al hígado, el cual él se niega a aceptar como “knockout” y sólo le queda esperar el conteo de los días de cuarentena para volver a la pelea.
Alviz Rodríguez venía impartiendo clases de defensa personal con énfasis en boxeo en las azoteas o patios de sus alumnos, y a los menos recatados en el gimnasio que construyó en el patio de la casa de su progenitora, en la Zona Sur de Sincelejo.
“Esto ha sido un golpe tan fuerte que hasta la parte mental ya está afectando, porque uno se desespera al no poder cancelar los recibos de los servicios y sobre todo por la falta de comida”, expresó el entrenador que reclama al gobierno local asistencia para quienes entrenan a los boxeadores.
El instructor sincelejano se había desvinculado del boxeo competitivo en 2015, después de acompañar al seleccionado sucreño de boxeo a los Juegos Nacionales, el cual recibió faltando solamente veinte días para las justas.
Al observar que los institutos de deportes y la Liga de Boxeo de Sucre “no pagaban lo suficiente, ni a tiempo”, Daniel se dio cuenta de que éstas tienen “políticas” y que él es apolítico, por eso lo dejó, reinventándose como entrenador personal.
Durante cuatro años el instructor acompañó los procesos particulares de personas de todos los estratos sociales y edades, pero las medidas adoptadas para evitar la propagación del coronavirus imposibilitan la labor que había tomado para ganarse la vida.
“De todas maneras, con el nuevo director de Inder-Sucre, Alfredo Sotomayor, habían posibilidades de trabajar en un programa apoyado por Coldeportes que se llama Centro Deportivo Regional, pero ha habido trabas, pese a estar capacitado”, enfatizó.
A Alviz Rodríguez, quien se graduó en el Sena como tecnólogo en Ciencias del Deporte y tiene aspiraciones de estudiar dos años más para obtener título profesional, antes de la pandemia le prometieron vincularlo al programa Escuelas del Deporte, pero como dice, “hasta ver no creer”.
Dada la falta de ayuda humanitaria, como Daniel Alviz Rodríguez hay muchos entrenadores de boxeo en el departamento, a quienes sólo les queda esperar que la pandemia pase para volver al combate.
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