La sed persigue a los habitantes de Santa Catalina y Clemencia

La voz del poeta, Alex Ricardo Castro Marín, se ahoga en su garganta porque le es difícil creer que él y sus paisanos cataneros, a estas alturas del siglo XXI, sigan padeciendo de sed porque el acueducto no funciona. Aunque reconoce con tristeza que el agua que reciben los habitantes de Santa Catalina, sacada de pozos profundos localizados en el vecino municipio de Clemencia, no es potable, por lo menos sirve para lavar y realizar las tareas domésticas. “A los que no tenemos los $600 para comprar una lata de agua potable en el carrotanque, cuando llegan, nos toca ir a buscar a los jagüeyes y consumirla. Por esa razón, es que muchos niños presentan diarrea y otras enfermedades”, recalca el poeta. La crisis del acueducto regional que beneficia a Santa Catalina y Clemencia la evidenció la comunidad hace unos 50 días cuando colapsó el sistema y por los grifos no ha salido más agua. Durante ese tiempo, los cataneros y clemencieros han agotado las reservas de agua lluvia que mantenían almacenadas en tanques y aljibes. El problema es tan álgido que el albañil Rafael Díaz recalca que la sed lo persigue de día y de noche como un fantasma. “El agua es el bien más preciado que existe en esta zona. Ni siquiera ha llovido por los problemas climáticos que están afectando al planeta, lo que ha hecho que la crisis aumente. Como ciu-dadano pienso que esta situación debe conocerla el Presidente Uribe porque no es justo que estas comunidades sufran tanto por la falta de agua, cuando de-beríamos, según la Constitución política, contar con ella todos los colombianos”, dijo. Rafael Díaz instó al alcalde de Santa Catalina, Alfredo Ruíz, a suministrar carrotanques a la comunidad, con la colaboración de la Policía para evitar de-sórdenes. Otros habitantes de Santa Catalina advierten que en los últimos años, la empresa Aguas del Norte, prestaba el servicio casi todos los días, por lo que no había problemas. “Aquí se habla de las gestiones para normalizar el servicio que está haciendo el Alcalde, pero pasan los días y no llega el agua, lo que nos preocupa mucho”, dijo una ama de casa de Santa Catalina. “Hay que hacer algo” Los problemas económicos que afectan a Aguas del Norte han impedido que se realicen inversiones para mantener la funcionalidad del sistema. Los equi-pos colapsaron por esa razón y porque existe un problema eléctrico, según voceros de esa empresa. Dago Nelson Coneo, gerente de una de las cooperativas socias de Aguas del Norte, puso el dedo en la llaga y advirtió que la politiquería acabó la empresa. “Esa entidad no está funcionando como debe porque los asociados están pendientes de la inversión y no le dan permiso al administrador para hacer ejecucio-nes. Ese es el problema que afronta Aguas del Norte”. Dago Nelson Coneo advirtió que se debe hacer algo para optimizar el acueducto. “Mi opinión, para no dar palos de ciego, es que se contrate con gente idónea la repotenciación de los equipos, pues de nada vale hacer inversiones sino se habilitan los pozos”, dijo. Por su parte, el concejal, Andrés Vitola Marín, manifestó su preocupación por el problema de la empresa Aguas del Norte que afecta a más de 30.000 ha-bitantes de Santa Catalina y Clemencia. “Esa empresa no tiene futuro y no es sostenible, lo mejor es que se liquide y cada municipio maneje su acueducto”, dijo. Entre tanto, Luis Franco, dirigente de Santa Catalina, señaló que esa comunidad está pasando por la peor sequía de la historia. “Ni llueve, ni hay pozos artesanos, ni hay jagüeyes en buen estado. Esta crisis se solventa con carrotanques. Omar Jaramillo Grau, presidente de la Junta de Acción Comunal de Santa Catalina, pidió a las autoridades informen a la comunidad de la crisis, pero mientras tanto deben solucionar la crisis con carrotanques. “Nos estamos muriendo de sed”, señaló. Por último, el también concejal, Nuvar Camacho, dijo que Aguas del Norte opera un acueducto regional, tarea que le ha quedado grande. “Nada más vemos la gestión e inversión que hace Santa Catalina, pero ¿dónde está el alcalde de Clemencia?”, señaló. Mientras, el rumbo a seguir se define, las comunidades de Clemencia y Santa Catalina esperan se solucione la crisis y esperan que no se realicen inversio-nes grandes en el acueducto, sino se garantiza un buen manejo de los recursos. Así mismo, los habitantes de Clemencia, piden a gritos una solución en el tema del agua. Carlos Benítez Ricardo, un adulto mayor de Clemencia, aduce que no se consigue agua ni para cocinar. Sí hay solución Tanto el alcalde de Santa Catalina, Alfredo Ruíz; como el de Clemencia, Miguel José Ayola Imbett, trabajan en buscar soluciones a la crisis. Alfredo Ruíz asegura que el próximo viernes, como tarde, se comenzará el bombeo de agua, luego de la habilitación del pozo No. 1 y la instalación de las bombas. “La comunidad tiene razón en estar molesta porque lo cierto es que el acueducto colapsó, pero también se debe saber que su alcalde está trabajando por solucionar la crisis. La semana pasada se inició un trabajo con expertos que inspeccionaron los pozos y los equipos”, explicó. El Alcalde de Santa Catalina dijo que se requieren invertir unos $30 millones para poner a funcionar el sistema “Nosotros le estamos apostando a eso y esperamos brindar servicio el viernes próximo, pero mientras desde hoy se comienzan a repartir 8 carrotanques diarios que se regalarán a la comunidad”, dijo. Por su parte, Miguel Ayola Imbett, alcalde de Clemencia, indicó que está trabajando en dos frentes. El primero tiene que ver con la instalación de una planta potabilizadora de agua potable, con una capacidad de 13.000 litros por día. “Esta planta se instalará en el día de mañana (hoy) en una represa locali-zada cerca de la base militar de Clemencia y esa agua será repartida a la comunidad en carrotanques”, aseguró Edgar Dionisio, funcionario de la Cruz Roja. El Alcalde dijo además que la Cruz Roja le prestará tres tanques para almacenar el agua tratada de la represa. “Pero además solicito al Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y a la Junta del Plan de Agua del Departamento que aprueben una partida de $550 millones para resolver el problema eléctrico del acueducto y la habilitación de los demás pozos. Ya tenemos aprobados $150 millones, pero necesitamos que se tramiten lo más urgente posible. No podemos mentirle a la comunidad, si no se cambian los 7.8 kilómetros de redes eléctricas, el proble-ma persistirá”, enfatizó.