La cara de asombro que pusieron 20 niños, entre los siete y nueve años, en la cancha de El Carito, corregimiento de Lorica, Córdoba, evidenció el dolor que les producía haberse quedado sin los únicos balones con los que practicaban su deporte favorito.
La fotografía se hizo viral en las redes sociales, luego de la publicación que hizo el entrenador de esa localidad, Jaime Pérez Sánchez, quien denunció que los ladrones se habían robado los balones, los cuales estaban guardados en la casa que está ubicada justo al frente de la cancha.
“Increíble esta imagen, no puedes pasarla sin opinar. Así de brazos cruzados quedaron mis niños al enterarse que robaron los balones que tenían para practicar. Mejor dicho, los únicos que teníamos. No puedo ocultar mi tristeza, ahora puedes imaginar la de ellos. No hay derecho, justo cuando estamos por superar los de las porterías nos pasa esto. Rogamos a quién sepa de estos balones, nos comunique, ya que éstos sólo sirven para los niños, son exclusivos para ellos, son balones saltarines número tres, no le sirven a nadie más”, escribió en Facebook el entrenador.
Esa era la máxima distracción de los menores en esa zona rural cordobesa. Desde tempranas horas llegaban a la cancha a practicar, con el único sueño de convertirse en unas figuras connotadas dentro de ese deporte.
El Carito, la misma tierra de las cantantes Adriana Lucía y Martina la Peligrosa, se caracteriza por ser una población de gente buena y pacífica, por eso los pequeños deportistas no entienden por qué se robaron sus balones.
Más de 20 niños que todos los sábados asistente a la cancha de El Carito, corregimiento de Lorica, a practicar fútbol, se quedaron con los brazos cruzados y los ojos llorosos, cuando la señora de la casa que queda frente al escenario deportivo, lugar donde guardan los balones, les dijo que las pelotas se las habían robado.
La imagen de los niños cruzados de brazos en mitad de la cancha de fútbol causó indignación en esta sección del país, donde critican el alto índice de inseguridad que se está registrando en Córdoba, hasta el punto que roban balones usados.
En la misma publicación recibieron una voz de aliento. Un habitante de la localidad, identificado como Esteban Issa, anunció que enviará una docena de balones para que los niños sigan en su actividad. Sin embargo, toca esperar que se haga efectiva la promesa.
Los niños, por lo pronto no podrán regresar a la cancha del pueblo. Aprovecharon para hacer un llamado a los ladrones para que les devuelvan sus balones, los cuales tienen unas características especiales y cuyo valor en el mercado no sería comparable con el daño que les han hecho.