Aún es muy pronto para hablar de fama, pero Nicolás Flórez Hernández se perfila a futuro como uno de los mejores raperos del país, pues su talento y su facilidad para componer quedaron evidenciados en la grabación de su primer sencillo: Motívate.
Este estudiante de Arquitectura de la Universidad Javeriana de Bogotá, a sus 18 años, encontró en la música, la mejor forma de expresar sus sentimientos.
Todo empezó durante la pandemia. La afición por la música despertó de repente, pues pese a que escuchaba cantar a su mamá, Gloria Hernández, nunca se mostró decidido a hacerlo.
Un día cualquiera, cuando viajó a Bogotá y por primera vez se alejó de su hogar, descubrió en la fría capital que componer música, lograr los acordes y narrar historias de su vida, al estilo RAP, se convertían en una terapia para soportar la soledad que le asiste a los estudiantes que viajan fuera de la ciudad a luchar por sus sueños.
Su afición por el RAP no fue fortuita. Empezó a buscar en Internet, su mejor aliado para aprender, y allí descubrió a Fabricio, un rapero barranquillero, a quien considera su fuente de inspiración.
Recuerda con alegría el primer día que hizo un en vivo en el espacio del artista. Fue a media noche y para él se convirtió en un momento mágico, que le hizo entender que esa era su gran pasión.
Ante los comentarios positivos que generó el tema, decidió hablar con su primo Santiago Hernández, a quien le mostró la composición y este a su vez, se encargó de organizar una sesión con David Bass, un productor de Montería y grabó el primer tema.
Después de eso, vinieron las presentaciones en vivo, una en Montería y otra en Planeta Rica, y las ganas de seguir componiendo nuevos temas, con letras más sutiles, que hablan del amor y de las situaciones cotidianas.
"Me considero un artista y un compositor. Todos los días hago música, esa es mi gran pasión", dice con orgullo, reiterando además que lógicamente tiene planeado terminar su carrera de Arquitectura, la misma que ejerce su padre, Emilio Flórez, decano de dicho programa de la Universidad del Sinú.
Nicolás ha contado con el apoyo de sus padres en este nuevo sueño, que además le ha servido para superar la timidez, para hacer apuestas interesantes en un género que no es tan común y para imaginar un futuro en medio de la alegría que producen sus notas y composiciones.
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