Kevin Andrés Carmona Mestra siempre soñó con ser policía cuando llegara a su mayoría de edad. A sus 10 años y en medio del tratamiento que recibe para luchar contra la leucemia, en estado terminal, le pidió a sus padres la posibilidad de convertirse en un uniformado que le sirve a la Patria.
Pese a su corta edad ha mostrado una gran fortaleza. Con el profundo amor de su familia ha luchado para no permitir que la enfermedad trunque sus sueños. Siempre ha mostrado una profunda admiración por la Policía, pues considera que sirven de manera incondicional a los ciudadanos.
En medio del tratamiento, los uniformados de Montería hicieron realidad ese sueño. El mismo comandante de la Policía Metropolitana de Montería, coronel Fredy Orlando Correa Ahumada, llegó al centro asistencial para ponerse a la orden de quien sería su jefe por espacio de pocas horas.
Los miembros de la Oficina de Comunicaciones Estratégicas dispusieron todo, junto a los médicos y a los padres del menor. La progenitora de Kevin se encargó de arreglarlo para la ocasión, colocándole su mejor ropa, la misma que pocos minutos después fue cambiada por un uniforme de la Policía hecho a su medida y con su nombre bordado en hilos dorados.
En medio de su timidez, la alegría se hizo evidente en su rostro. No pudo ocultar su emoción cuando vio entrar a sus héroes, como el mismo lo recalca. El abrazo y lágrimas no se hicieron esperar de parte y parte. Su emoción fue tanta que por un segundo se olvidó que estaba internado en una clínica.
Fueron minutos de felicidad plena. Se quedó con la gorra oficial y la pañoleta que lo acreditan como miembro honorifico de la institución en la que siempre soñó estar.
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